DOCUMENTOS SOBRE EVA DUARTE DE PERON 


Eva Ibarguren EVA IBARGUREN EVA DUARTE EVA PERON EVA PERON EVA PERON EVA PERON

María Eva Duarte de Perón / Evita. Argentina 1919-1952

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HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS 

Evita en el Hogar de Tránsito Nº 2, hoy Museo Evita, Lafinur 2988, Buenos Aires

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De Juan Carlos Antón, articulista de diario La Prensa, Buenos Aires:

Recién había terminado la función. Se encendieron las luces en el cine Gaumont y el público comenzó a retirarse. De pronto, un hombre apareció sobre el escenario y anunció que Eva Perón había muerto. Se hizo un silencio profundo y luego de unos segundos, algunos comenzaron a llorar. A esa misma hora, en otros lugares de Buenos Aires, se destapaban botellas de champagne como señal de festejo.

El llanto y el champagne quedaron para siempre unidos a los días posteriores a la muerte de Eva - que sólo tenía 33 años - y permanecieron como símbolo de la división que vivía la sociedad argentina en ese momento y que se mantendría en los años siguientes.

La noche del 26 de julio de 1952 todo el país había escuchado por la radio el anuncio de la muerte de Evita con una frase que también pasaría a la historia: " Cumple la Secretaría de informaciones de la Presidencia de la Nación, el penoso deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 ha fallecido la señora Eva Perón, jefa espiritual de la Nación ".

La desaparición de Eva ocurrió en un año - 1952 - que no fue bueno para el peronismo. La máquina política y de propaganda del gobierno era cada vez más resistida, en tanto que se agravaban los problemas económicos. Perón exhortó a consumir menos, se racionalizó la nafta y se estableció un cupo de 30 litros semanales por auto. asimismo, se prohibió vender carne un día por semana, hubo congelamiento de los precios de algunos artículos y se modificó el horario de los comercios para hacer frente a la escasez de energía. También se estableció que los sábados no se dictarían clases en los colegios.

Aumentaron los homenajes: La Plata se llamó Ciudad Eva Perón y los territorios de La Pampa y Chaco, Provincia Eva Perón y Provincia Presidente Perón, respectivamente.

En el velatorio de Evita se movilizaron cientos de miles de personas que formaron fila durante días esperando despedir el cadáver. Hubo marchas de antorchas, 30 días de luto y dos en los que el país estuvo paralizado.

El historiador Félix Luna señaló: Ella se diversificó en tres funciones: jefa del Partido Peronista Femenino; ser una correa de transmisión entre el movimiento obrero y el gobierno; y su obra de asistencia a través de la fundación que llevaba su nombre. De todos modos, la repercusión de Eva Perón fue mucho más allá de estas tres funciones. Ella constituyó un paradigma difícilmente repetible.

El escritor José María Castiñeira de Dios, que fue su colaborador, recordó: Ella trabajó niño a niño, mujer a mujer, hombre a hombre. Podría haber hecho lo mismo con gerentes en la Fundación Eva Perón o hablando por radio una vez por semana, pero ella quiso tocar el dolor humano y lo tocó. Yo la he visto besar al leproso. Yo la he visto en larguísimas jornadas de trabajo, trabajando hasta las dos de la mañana atendiendo a los pobres.

El político Antonio Cafiero expresó que: Hoy muchos la seguimos amando y recordando y quienes la aman o la recuerdan así, se que la respetan.

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De Alberto Fernández, político y abogado, docente de Derecho Penal y Procesal Penal en la Universidad de Buenos Aires:

Hoy Evita haría lo que hizo toda su vida: hacerse cargo del conflicto social y representar a la gente que más sufre políticamente.

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De Eduardo Valverde, poeta y periodista, subeditor de la sección Política del diario La Capital, Rosario, Santa Fe, Argentina, en diálogo con el escritor Sergio Rubín, autor del libro Secreto de Confesión, editorial Lohlé - Lumen, 232 páginas, año 2002:

El ocultamiento del cadáver de Eva Perón luego del golpe militar de septiembre del 55, uno de los hechos malditos de la historia reciente, sigue despertando la curiosidad de investigadores y hombres de letras, al tiempo que es un tema de gran interés para los argentinos.

Hay que situarse en la época, en aquellos tumultuosos días de 1955 luego de la caída de Juan Domingo Perón, en una etapa caracterizada por un antiperonismo muy fuerte, como resultado de los diez años de ese régimen y el recorte a las libertades públicas que se vivió en el último tramo del gobierno. Luego viene la revancha, muy virulenta. Hay que recordar que la Armada quería destruir el cuerpo, y que se produjo una reunión del gabinete nacional para tratar el tema del cadáver, donde llegó a hablarse de su disolución con ácido. Por otro lado está la teoría que plantea que la dictadura del general Pedro Eugenio Aramburu quería sacar de circulación ese cuerpo, esconderlo porque le temía, dado que Evita era la gran bandera del pueblo peronista. Se hablaba de que el ex secretario general de la CGT, José Espejo, quería alzarse con el cuerpo e iniciar una contrarrevolución.

Lo paradójico es que precisamente la facción más dura del Ejército argentino, que había derrocado al régimen peronista, fue la que tuvo a su cargo el ocultamiento del cadáver de Evita. Incluso llegó a hablarse mucho de los daños que sufrió el cuerpo, producto del ensañamiento y del odio que la figura de la compañera de Perón despertaba entre los uniformados.

Hay que pensar que el mensaje de la línea más conciliadora del Ejército, es decir el " ni vencedores, ni vencidos " del general Eduardo Lonardi, duró apenas algo más de cuarenta días. La expresión más dura, con Aramburu y con el almirante Isaac Rojas, es la que termina haciéndose con el poder.

Un sacerdote llamado Francisco Rotger, miembro de la Compañía de San Pablo, muy cercano al entonces teniente coronel Alejandro Agustín Lanusse, jefe del estratégico Regimiento de Granaderos a Caballo. Siendo que se autodefinía como un buen católico, Aramburu quería dar al cuerpo cristiana sepultura y no ceder a la presión de la Armada de quemarlo. Estaba muy preocupado por el comportamiento del teniente coronel Carlos Moori Koenig, quien era el jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército ( SIE ) después de la Libertadora, y había tenido a su cargo el cadáver en los primeros meses, tras retirarlo de la CGT el 23 de noviembre del 55. Según se pudo comprobar, Moori Koenig lo manoseaba, lo paseaba por todos lados y lo vejaba. Había incluso entrado en paranoia con el cuerpo, e incluso llegó a tenerlo parado en su despacho.

Como Aramburu estaba muy costernado por la suerte del cadáver, Lanusse ( quien en ese entonces lo admiraba, compartía su fervierte antiperonismo y quería colaborar con él ) gestó en su propio despacho, junto a su amigo Rotger, capellán del Regimiento, el plan de traslado y ocultamiento del cuerpo.

La operación se realizó a través de esta Compañía de San Pablo, una comunidad secular que tenía su sede en Milán. El superior general de la orden, el padre Gregorio Penco, aprobó el plan y logró la anuencia del papa Pío XII, quien en realidad " se hizo el distraído " y permitió que, bajo cuerda, el cuerpo de Evita estuviera 14 años enterrado bajo un nombre falso en el cementerio de Milán.

Esta operación es en realidad muy discutible si pensamos que Juana Ibarguren, la madre de Evita, muere sin saber dónde estaba el cuerpo de su hija. Pero hay que situarse en la época y ver su proyección. Descarto que haya habido en la Iglesia una intencionalidad política en ocultar el cuerpo para de alguna manera " sancionar " a Perón. Todo esto refleja el odio político en Argentina, donde ni siquiera nuestros muertos podían descansar en paz.

La relación entre Perón y la Iglesia fue compleja. En el último tramo de la gestión se entró en un franco enfrentamiento. Ello relativiza la hipótesis que le adjudica a la Curia una activa participación en la misión de preservación del cadáver de la Abanderada de los humildes.

Cabe preguntarse por qué la Iglesia se embarcó en esta riesgosa operación. Perón empezó en el 45 su campaña siendo poco menos que el niño mimado de la Curia argentina y el Vaticano, y termina diez años después a las patadas, con 12 iglesias de la Capital Federal quemadas, así como la sede del Arzobispado con su archivo del 1600, dos dignatarios expulsados y Perón virtualmente excomulgado.

Nota:

Durante su gira por Europa, año 1947, Evita recibió del padre Fray Pacífico Perantoni, el General de la Orden de los Franciscanos, el nombramiento y el hábito de Hermana Franciscana Terciaria. Evita falleció siendo franciscana.

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De Elena Llorente, de la agencia DPA, periodista y socióloga, en nota del diario La Nación, Buenos Aires, Argentina:

En la ciudad de Verona, Italia, en la llamada Feria del Lujo, donde se presentan y venden autos de colección, yates, diamantes y rubíes, se subastó un Maseratti que perteneció a la primera dama argentina Evita Duarte de Perón.

De color azul metalizado y dos puertas, el Maserati A6G/1500 Prototipo Coupé fue construído por la Pininfarina de Italia entre 1946 y 1950. Se fabricaron, prácticamente a mano, 61 unidades, sólo tres de ellos en 1947 y uno de éstos fue el de Evita.

Al parecer sería el único Maserati que ha sobrevido y el único cuyo numero de chasis y motor coinciden. El auto fue originalmente entregado a un vendedor de autos de Suiza que lo presentó en el Ginebra Car Show de 1948.

Después de Ginebra, el empresario italiano Giuseppe Vianini, que residía en Argentina y era importador de coches de fabricación italiana, compró el vehículo y lo llevó a Buenos Aires.

El 15 de noviembre de 1951, el auto cambió nuevamente de manos para pasar a María Eva Duarte de Perón. Desde entonces cambió varias veces de dueño hasta llegar a Verona.

Entre las muchas otras curiosidades que se ven en la Feria del Lujo en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, se puede contabilizar una pluma de platino y diamantes que cuesta más de 900.000 euros, un collar de esmeraldas que sólo cuesta 500.000 euros, las famosas motos Harley - Davidson, zapatos con piedras preciosas de René Caovilla, una tiara realizada para la reina Isabel II de Inglaterra, un colgante con un rubí de 18 carates que cuesta nada menos que 1.200.000 euros.

Las modas pasan, el lujo no, dicen los organizadores de la Feria del Lujo de Verona.

Nota: El 16 de octubre de 2003 la casa de subastas londinense Christie´s vendió un collar de María Eva Duarte de Perón en 466.000 dólares. En Argentina se editaron estampillas postales o sellos conmemorativos del deceso de Evita, en 1952, en la que aparece luciendo ese collar.

Para ver dicha estampilla con el famoso collar de rubíes y diamantes, clickear, por favor, aquí

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Del Museo Numismático " Dr. José Evaristo Uriburu ", ubicado en calle San Martín 216, 1º piso, Buenos Aires, Argentina:

Aproximadamente en 1950, Numa Ayrinhac realiza un retrato de Evita que fue utilizado en la tapa del libro La razón de mi vida, publicado por Editorial Peuser en septiembre de 1951. Esta imagen de Evita, en la que aparecía sonriente y cargada de optimismo, liderando con su figura un paisaje que se extendía entre la pampa y la cordillera, transmitía una visión muy diferente de aquella que diariamente conocía la población que seguía el progresivo deterioro de la salud de quien pronto sería declarada " Jefa espiritual de la Nación ".

Esta representación de Evita se desparramó por el mundo acompañando las traducciones de su libro - al italiano, al inglés, al francés, al japonés, al Braile -, los sellos postales adheridos a miles de cartas y también, casi inmediatamente, se incorporó a los actos políticos previos a las elecciones del 11 de noviembre de 1951, en los que el pueblo la llevó como estandarte.

El retrato realizado por Ayrinhac cayó en la redada que destruyó sus imágenes durante la Revolución Libertadora, sus reproducciones se apropiaron de la memoria de su rostro a tal punto, que aún hoy forma parte del repertorio central que se utiliza para su representación.

El Honorable Congreso Nacional sancionó el 18 de septiembre de 2002 la Ley 25.657, que ordenó la acuñación de monedas con la efigie de Eva Perón, conmemorando el cincuentenario de su fallecimiento, estableciendo que el Banco Central de la República Argentina y la Casa de Moneda de la Nación, dispusieron lo necesario para el cumplimiento de este homenaje. La ley fue promulgada de hecho el 15 de octubre del mismo año, y se publicó en el Boletín Oficial del día siguiente.

El Banco Central de la República Argentina a través de su Museo Numismático " Dr. José Evaristo Uriburu ", exhibe una muestra de numismática y medallística alusiva a Eva Perón, además de la importante colección del Sr. Carlos Ribeiro Elizalde, la valiosa colección fotográfica y filatélica de época perteneciente al Dr. Ricardo Branda, integrante del Banco Central de la República Argentina y objetos de la colección del Lic. Roberto Monteagudo Barro, funcionario de Relaciones Institucionales de la misma Institución.

Ha dicho Evita: " Quiero hacer hasta el último día de mi vida, la gran tarea de abrir horizontes y caminos a mis descamisados, a mis obreros, a mis mujeres ... Esa es mi vocación y mi destino. Esa es mi misión. Como una mujer cualquiera de mi pueblo quiero cumplir bien hasta el fin ".

Para conocer más sobre este importante museo argentino, clickear, por favor, aquí

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De Josefina de Elizalde, licenciada en Historia, profesora, escritora:

El 23 de julio de 1935, el senador electo Enzo Bordabehere, que colaboraba con Lisandro de la Torre ( abogado, político y uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical, llamado " el Fiscal de la Patria " ) en la investigación sobre el negociado de los frigoríficos extranjeros con las carnes, fue asesinado en el Congreso de la Nación. Con este hecho se iniciaba una década en la que se perdió el respeto por las libertades individuales y los valores morales que se creían conquistados y asegurados.

Gracias a la Ley Sáenz Peña, en 1912, el país comenzó a vivir una etapa en la cual la expresión de la voluntad popular, mediante el voto, estaba garantizada. Sin embargo, luego de la revolución del 30, sucesivos gobiernos se encargaron de violarla, dejando así consecuencias negativas en la historia argentina. Volvieron en esta década el fraude y el consiguiente retroceso en los hábitos cívicos de nuestro país.

Frente a esta situación, el partido de Yrigoyen declaró la abstención, que sólo levantaría en 1935. A partir de este año, el fraude tomó dimensiones escandalosas y el sistema se vio inundado de trampas y violencia: se secuestraban libretas, se agredía o expulsaba a los fiscales de la oposición, se falsificaban las actas, se sustituían las urnas, se instaba a los ciudadanos a retirarse con el argumento de que " ya habían votado ".

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De Matilde Sánchez, traductora de inglés y francés, periodista y escritora:

Evita se convirtió en un motivo central en la industria musical a fines de los 70. Su contacto carismático con las multitudes, el ascenso popular que ella encarna y el uso moderno de los medios de información están en el corazón de este fenómeno. La era peronista tuvo en sí misma un marcado carácter teatral y cinematográfico: hizo de su autorrepresentación un instrumento de consenso político y su liturgia dio forma a tradiciones nacionales. Pop - popular: si la abreviatura deriva de la música, Eva Perón es canalizada hacia un nuevo público por la industria de la cultura de masas.

La primera lectura teatral de Evita fue la pieza del argentino Raúl Natalio Damonte Taborda, conocido con el seudónimo de Copi.

La Eva Perón de Copi fue estrenada en París, Francia, en 1970, en el Teathre de l´Epée de Bois, Cartoucherie - 75012, con dirección del argentino Alfredo Arias. La obra cuenta las últimas horas de Evita en su lecho de enferma, junto a un puñado de personajes, su madre, Perón - aquejado de migrañas y mayormente ausente -, un secretario privado y su enfermera. En la obra, ella asegura que su cáncer es fabricado, un complot de Perón para quitarla del medio. Mientras su madre le reclama insistentemente los números de sus cajas de seguridad, ella dedica su última tarde a preparar un gran baile y regala sus vestidos de gala a la enfermera. Mordaz y shakesperiana, la pieza es el tributo de un exiliado emocional. En alusión paródica al teatro isabelino, el papel principal era interpretado por un actor travestido, lo que contribuía al retrato de Evita como andrógino.

En 1974, la obra de Copi se estrenó en el circuito off de Londres, Inglaterra, siempre con un varón en el rol protagónico.

Aunque nunca lo han mencionado, es indudable que la puesta londinense de Copi despertó la curiosidad de Tim Rice y Andrew Lloyd Webber. Rice comenzó a investigar ese mismo año. Aunque él ha dicho que para componer el personaje no se basó en La mujer del látigo, el deplorable libro de Mary Main, en 1980, cuando el éxito de la ópera motivó la reedición del viejo libro, el letrista suscribió una faja de publicidad donde lo promocionaba como " una magnífica biografía ". Las coincidencias de enfoque entre Rice y Main pueden atribuirse también al retrato de una Evita codiciosa y calculadora, plagado de moralina sexual, consolidado en Europa, particularmente en Inglaterra. Por otra parte, el reflejo de una Argentina bananera, calcada sobre los clichés de un vago exotismo latinoamericano, también está impregnado del descrédito de la lamentable presidencia de Isabel Perón, durante la cual Rice viajó a Argentina para documentarse. La ópera - rock fue estrenada en Londres en 1978 y fue uno de los mayores éxitos de boletería de la década.

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De Louise Doyon, escritora, investigadora, en el trabajo La Organización del Movimiento Sindical Peronista ( 1946 - 1955 ), en el libro La formación del sindicalismo peronista, de Juan Carlos Torre, editorial Legasa, Buenos Aires, año 1988:

Mientras que el movimiento sindical peronista conservaba, por un lado, los principios de organización, esto es, el esquema estructural elaborado en las dos décadas precedentes, por otro incorporaba un conjunto de reglas nuevas, destinadas a regular las relaciones entre los distintos niveles del movimiento sindical. Los sindicatos más importantes que se crearon durante este período adoptaron una forma centralizada de conducción de los asuntos internos. De este modo, la relativa autonomía de la que gozaron las secciones locales en el pasado se vio destruida, y la Confederación General del Trabajo ( CGT ) terminó, a su vez, controlando a los sindicatos nacionales.

El principal elemento que permitió a la dirección sindical central asegurarse el dominio sobre las seccionales locales fue el control de los fondos y el poder de intervención. La seccional dependía completamente del organismo nacional en cuanto a recursos financieros, dado que las cuotas de los afiliados iban directamente a las oficinas centrales, una vez allí se las redistribuía a las organizaciones locales que debían también dar cuenta de sus gastos. Esta forma de control financiero se adoptó apenas quedó instalado el primer sindicato centralizado en los años veinte, transformándose en el principal instrumento para la consolidación de la supremacía del cuerpo directivo central.

Bajo el régimen peronista, esta forma de control se vio fortalecida por el recurso frecuente al poder de destitución de los líderes locales, un poder al que hasta entonces se apelaba sólo en casos extremos de conflicto.

El singular contexto político existente bajo el régimen político proporcionó un estímulo adicional para la centralización del poder sindical después de 1947. La rápida incorporación de importantes sectores de trabajadores movilizados más el apoyo recibido del Estado, dieron por resultado la pronta consolidación de los sindicatos nacionales y su institucionalización como representantes autorizados de los obreros en el sistema de producción. Con todo, los líderes sindicales sabían perfectamente bien que el régimen, al contar con el apoyo masivo de los obreros, podía aplicar una política de represión selectiva contra los sindicatos que no lograran o se negaran a limitar las demandas de sus miembros de acuerdo con los parámetros de la política económica oficial o que no las canalizaran a través de los mecanismos establecidos para la resolución pacífica de los conflictos. Enfrentados con la posibilidad de que los sindicatos fueran destruidos o debilitados y, con ello, que se deterioraran los nuevos derechos adquiridos por los obreros, los líderes sindicales se vieron obligados a adoptar, a partir de 1947, una actitud política pragmática.

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De Elena Susana Pont, escritora, profesora, autora del libro " Partido Laborista - Estado y Sindicatos " , Biblioteca Política Argentina, tomo 44, editorial Centro Editor de América Latina ( CEAL ), Buenos Aires, 157 páginas, año 1984:

El Partido Laborista fue una organización política autónoma del movimiento sindical argentino. Ese espíritu autónomo fue muy fuerte durante la vida de la organización, hasta el punto de contradecir disposiciones emanadas del conductor máximo del populismo argentino; pero ya en los acontecimientos de su disolución, sólo en los aspectos declarativos se manifiesta, pero no así a nivel de la mayoría de sus dirigentes y bases partidarias, puesto que a pesar de la reacción inmediata en contra de la disolución, fueron pocos los dirigentes que se opusieron activamente a la misma, ocurriendo finalmente su disgregación. Ya entonces contradecir la voluntad del líder populista, Perón, significaba oponerse al mismo movimiento obrero que veía y sentía en la política del presidente una continuidad de las banderas levantadas por el laborismo y cuya desaparición y conversión en otras fuerzas políticas no afectaba al movimiento sindical ni a sus conquistas económicas y sociales. Demostrar lo contrario hubiera requerido de un partido experimentado, fogueado, con una tradición de lucha en defensa de sus principios, características que no reunía el laborismo, partido joven integrado por mucha gente con diferentes grados de experiencia política y que no tuvo tiempo suficiente para afirmarse totalmente en el plano político e ideológico. Esto no significa subestimar la importancia del laborismo, todo lo contrario, consideramos que la orden de caducidad de sus funciones fue una prueba de ello.

Algunas versiones recogidas respecto de los motivos que llevaron a determinar la disolución, sostienen que el propósito fue aunar fuerzas; en función de la información oral y escrita consultada, sostenemos que las razones las encontramos en las consecuencias que la autonomía representada por el laborismo podría tener para el desarrollo del populismo argentino. Es decir, que el partido significaría apoyo al gobierno pero también control sobre el cumplimiento del programa político, control sobre la labor de diputados y senadores, tener en el seno mismo del movimiento criterios diferentes respecto de la conducción política; en suma significaba la posibilidad de contar con una fuerza política con peso propio que podía convertirse, en circunstancias determinadas, en una contrapartida de poder, que no coincidía con las características acentuadamente personalistas que adquirió el proceso.

Sin embargo, esa autonomía política representada por el Partido Laborista, a pesar de su fugacidad fue importante en el sentido de que a través de ella el movimiento sindical adquirió conciencia de su gravitación política, lo que sumada a la participación en un Estado afín con los trabajadores posibilitó nuevas conquistas económicas y sociales que proporcionaron mayor desarrollo y fuerza orgánica e institucional al movimiento sindical.

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De Carlos Ulanovsky, periodista, Premio Konex 1997, docente, escritor, autor del libro Días de Radio ( 1920 - 1959 ), editorial Emecé, Buenos Aires, 281 páginas, profusamente ilustrado, incluye un interesantísimo compact disc, año 2004:

El 15 de enero de 1944 a las 20.45, un terremoto destruye el 90 % de los edificios de la ciudad de San Juan. En ese verdadero desastre que afecta a toda la Nación mueren 7.000 personas y quedan 12.000 heridos. Desde su puesto en la Secretaría de Trabajo y Previsión, Juan Domingo Perón organiza una movilización nacional a la que son invitados los artistas más populares.

Libertad Lamarque fue la actriz que más dinero reunió en la colecta callejera y el propio Perón le agradeció por escrito su activa gestión en las caminatas, un dato curioso ya que en mayo de 1944 fue prohibida por las autoridades gobernantes.

Aquél no fue un enero tranquilo para el gobierno: primero, el terremoto, que ocasionó daños por 300.000.000 de pesos, y luego la ruptura de relaciones con los países del Eje - Alemania, Italia, Japon - el 26 de enero. Era presidente de facto de la Nación Argentina el general Edelmiro Julián Farrell ( 1944 - 1946 ).

Según la historiadora española Marysa Navarro, es justamente en un festival de solidaridad a favor de la víctimas del terremoto sanjuanino, que se realiza en el estadio Luna Park el 22 de enero, cuando se conocen la actriz de radioteatro Eva Duarte y el coronel Juan Domingo Perón. En cambio la escritora española Carmen Llorca sostiene que ellos se habían conocido en algún momento en 1943. Una tercera versión afirma que fueron presentados en el Luna Park por el locutor argentino Roberto Galán, hecho del que el locutor radial se ufanó en varias ocasiones. Sea como fuere, en esa semana Evita y Perón se mostraron juntos por primera vez, luego de que el Coronel asistiera invitado a Radio Belgrano para ver uno de los programas en los que participaba Eva Duarte. Entre el 3 y el 5 de febrero de 1944, en revistas como Antena y Radiolandia se publican testimonios gráficos de ese encuentro. Pero el vínculo se legitima cuando ambos concurren - ella con lujoso soirée, él con frac - a la función de gala del Teatro Colón del 9 de julio.

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Evita y Perón son ya dos figuras imparables. El Coronel suma a los dos cargos que manejaba ( ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión ) el puesto de vicepresidente de la Nación y la joven actriz tenía tres programas en Radio Belgrano: a las 10.30 de la mañana animaba Hacia un futuro mejor, un ciclo de exaltación de los postulados del golpe de 1943; a las 18 encabezaba el elenco del radiodrama de Ricardo Ponce, Tempestad y a las 22.30 personificaba a las Heroínas de la Historia, en cuya publicidad se aclaraba que también estaba a cargo de los temas musicales y de la dirección general.

El 24 de julio de 1944, en un mitin político realizado a un par de cuadras de la estación Retiro se escucha por primera vez un grito que se parece a una orden: " Perón Presidente ". Curiosamente, Evita llegó a ocupar una presidencia antes que Perón: el 6 de mayo de 1944 fue elegida presidente de la Agrupación Radial Argentina ( ARA ), entidad de propósitos solidarios y gremiales, de la que figura como fundadora en 1943.

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De Pablo Scholz, periodista, articulista en la sección Espectáculos, diario Clarín, Buenos Aires, Argentina:

Así como Madonna llegó a Nueva York a los 19 años con sólo U$S 35, Evita arribó a Buenos Aires a los 16, con una mano adelante y la otra atrás. Ambas pasaron hambre.

Evita aceptó teñirse de rubio su cabello. Madonna, también.

Pero no basta con un parecido físico. La fuerza que irradiaba Evita, su ímpetu, no se pueden impostar desde una imagen. Querer no siempre es poder.

Evita no quería que la olvidaran, y pudo. A décadas de su muerte, hasta Hollywood se ha ocupado de ella.

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De Alejandro Guerrero, periodista y escritor, autor de El peronismo armado - De la Resistencia a Montoneros - De la Libertadora al Exterminio, libro de historia y ensayo al mismo tiempo, editorial Norma, Buenos Aires, 704 páginas, año 2009, en entrevista con Osvaldo Aguirre, periodista de diario La Capital, Rosario, Santa Fe, Argentina:

En el libro propongo un relato desde la perspectiva marxista y con afirmaciones que en otros libros " tal vez no se hacen por no sacar los pies de determinado plato ", como los datos que relacionan a Juan Domingo Perón con la Triple A.

Una tesis de la que parto es que las guerrillas peronistas, incluida la Resistencia, no fueron el producto de las grandes luchas populares sino de una crisis del peronismo, de la contradicción que se produce entre la movilización de los obreros peronistas y las conducciones de ese movimiento. El libro no intenta ponerse por encima de los acontecimientos para juzgarlos con una supuesta e imposible objetividad. Hay una toma de posición respecto de las luchas populares frente a la represión y al intento de la Revolución Libertadora de expulsar al movimiento obrero de la república parlamentaria. Esa es por otra parte la conquista del peronismo, la incorporación de los trabajadores a la república de la burguesía.

Sin bien Montoneros, por medio de sus organizaciones adláteres llega a tener una influencia de masas importantísima, sus acciones armadas no dejan de ser foquistas. No hay un movimiento popular que decide tomar las armas y luchar por la conquista del poder: las acciones armadas son decisión de una cúpula político - militar, independiente de esa movilización del movimiento obrero y en muchas ocasiones contrapuesta a ella. Durante la contraofensiva de 1979 hay un diálogo entre activistas fabriles y montoneros donde estos trabajadores les dicen: " Ustedes nos están jodiendo todo el trabajo, los van a hacer mierda y de paso nos van a hacer mierda a nosotros también ". Ahí está retratada la condición trágicamente foquista de esta guerrilla.

No hace mucho, Mario Eduardo Firmenich, uno de los fundadores de la organización guerrillera Montoneros dijo: " En algún momento Perón cambió de idea ". Esto es, el momento en que los jóvenes maravillosos pasan a ser los imbéciles que gritan, infiltrados al servicio del dinero extranjero. Alguna vez un periodista italiano le preguntó a Perón si era de izquierda o de derecha, y él contestó: " Según las circunstancias ". Habían cambiado las circunstancias, no la idea del general Perón. Montoneros es un movimiento armado que se organiza dentro de un partido que jamás se organizó para la insurrección. Las guerrillas fueron para Perón un elemento de presión que le sirvió para rediscutir y recuperar su papel en el espectro político argentino. Recuperado ese papel el elemento de presión se convirtió en un obstáculo.

Testimonios del agente Horacio Salvador Paino, miembro de la Triple A, de otros represores y de los fundadores de la AAA son indubitables sobre el papel que tuvo Perón con respecto a la creación de la Triple A. Por otra parte, aunque así no hubiera sido, el peronismo necesitaba ese organismo de represión. La Triple A no fue un cuerpo parapolicial o paraestatal sino un aparato del Estado. Ese rol de Perón se empezó a discutir hace un par de años. Las direcciones sindicales llenaron entonces las calles con un cartel que decía " No jodan con Perón ". En verdad esa burocracia sindical traicionó a Perón una y mil veces. Si se investiga a la Triple A va a saltar el papel de unos cuantos, sindicalistas, políticos, y uniformados.

Perón llega traído por los mismos " gorilas " que lo habían derrocado en 1955. Es el único político de la burguesía con autoridad sobre las masas para contener el proceso abierto con el Cordobazo y recomponer la autoridad del Estado. Es el momento de la historia argentina en que mayor desenvolvimiento habían logrado las corrientes clasistas dentro del movimiento obrero. Eso no se podía detener simplemente con reformas en el Código Penal, militarización de las huelgas y la prohibición de hacer paros.

La CONADEP ha probado la intervención de la Triple A, liderada por José López Rega, " el Brujo ", ministro de Bienestar Social y secretario personal de Perón, y por Alberto Villar, el entonces comisario general de la Policía Federal Argentina, en 19 asesinatos en 1973, 50 en 1974 y 359 en el año 1975.

El libro tiene un puñado de ideas que van a la polémica. Ese es su principal aporte.

Nota:

El anciano político y militar argentino, Juan Domingo Perón ( 1895 - 1974 ), tres veces elegido presidente de la Nación en elecciones democráticas, fallece el 1 de julio de 1974.

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De Salvador Ferla, historiador, escritor, autor del libro Historia argentina con drama y humor, Biblioteca del pensamiento nacional, editorial Continente, Buenos Aires, 288 páginas, año 2007:

Entre Aramburu, Onganía y los comandantes en jefe del Ejército, han consumado el más completo repertorio de actos despóticos; disolver los partidos políticos, modificar la Constitución por decreto, utilizar las Fuerzas Armadas como policía, llenar las cárceles de presos políticos, fusilar sin proceso, anular resultados electorales, expulsar del cementerio a un muerto por la filiación política de su hijo, como en el caso de las cenizas del padre del almirante Cornes, profanar un cadáver y hacerlo desaparecer como en el caso de Evita.

Aramburu dictó un decreto, el célebre 4.161 que prohibía expresamente cantar una canción, nombrar a Evita y a Perón, elogiar actos del gobierno de Perón y repetir expresiones características de ese último como " tercera posición ", " justicialismo ", " mejor que decir es hacer ", etc. Cuando en 1957 quería escribir " independencia económica " o " justicia social ", vacilaba pensando en el decreto y hacía meditaciones trascendentes sobre lo curioso que era ver a los enemigos de Perón otorgarle a éste un título de propiedad sobre conceptos universales. ¿ Qué hay que hacer para ser tirano ? ... Hay que hacer demagogia.

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De Antonio Mata, empresario español, adquiriente del sudario de Evita para donarlo al Estado argentino:

El sudario fue confeccionado en 1971 por la monjas de clausura de la Orden de la Merced, Madrid, España, y consta de tres velos de seda con los colores de la bandera nacional de la República Argentina, y envolvió el cuerpo embalsamado de Evita cuando fue traído de regreso a la Argentina, el 11 de noviembre de 1974.

El sacerdote Elías Gómez y la religiosa Pilar García Blanco bendijeron el sudario en 1971.

El sudario fue vendido en 130.000 euros en un remate organizado en Roma, Italia, por la famosa casa Christie´s.

En el remate también se vendió un uniforme de gala que usó el general Juan Domingo Perón, su biblioteca personal y un archivo fotográfico.

El uniforme de gala de Perón tiene chaqueta azul y ribetes dorados, pantalón con la banda amarilla y un sombrero blanco y azul, y lo adquirió el empresario y político Francisco de Narváez por 93.000 euros.

La biblioteca del general Perón, con más de mil libros, muchos de ellos con dedicatorias, también fue comprada por Francisco de Narváez. La biblioteca contiene, entre otros, libros dedicados a Perón por personajes de las más variadas tendencias. Incluye trabajos de autores argentinos como Jorge Luis Borges y también extranjeros, libros de política e historia. Hay también un libro sobre palacios y museos de España que le obsequió a Perón el generalísimo Francisco Franco en el Aeropuerto de Barajas cuando en junio de 1973 volvió a la Argentina.

El archivo fotográfico de Perón se vendió en 4.200 euros.

El Partido Justicialista adquirió por 7.688 euros un grupo de objetos de uso diario de Evita, entre ellos un espejo, un portarretrato y cucharitas para tomar el té.

Entre los objetos curiosos rematados, se encontraba una lápida de la tumba de Canela, uno de los perritos que acompañó a Perón en su exilio y que alcanzó la suma de 1.500 euros.

Nota: Para ver el sudario de Evita, que se encuentra en la Sala Eva Perón del Congreso Nacional, clickear por favor aquí

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Del R. P. Francisco " Paco " Rotger, sacerdote católico perteneciente a la Compañía de San Pablo, nacido en España, capellán castrense del Regimiento de Granaderos a Caballo " General San Martín ", unidad del arma de caballería del Ejército Argentino:

La Iglesia salvó el cuerpo de Evita.

Nota:

Se considera a Evita el primer cuerpo desaparecido de la historia moderna argentina.

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De Víctor Tau Anzoátegui y Eduardo Martiré, doctores en Derecho y Ciencias Sociales, profesores, autores del libro Manual de Historia de las Instituciones Argentinas, editorial Histórica - Emilio J. Perrot, Buenos Aires, 868 páginas, año 2005:

La evolución del régimen peronista tuvo sus etapas. Su faz ascendente se sitúa entre 1945 y 1949, aunque mantuvo un buen nivel hasta concluir Perón la primera presidencia en 1952. Es la época de las grandes realizaciones sociales del peronismo, donde brilla el carisma, la fuerza y la atracción de su esposa, María Eva Duarte de Perón, convertida en poco tiempo en Evita. El año 1952 fue clave en esa trayectoria. En junio de 1952 inició Juan Domingo Perón su segunda presidencia y al mes siguiente fallecía Evita a los 33 años de edad.

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De la colección Testigo del Siglo - Gente - Los personajes y los hechos que hicieron historia, tomo 2, " Mujeres inolvidables ", director Jorge de Luján Gutiérrez, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 54 páginas, con muchas ilustraciones, año 2000:

" Coronel, gracias por existir " ( 1944 ).

" Ya está : 33 años, 33 kilos. Eso es todo " ( 1952 ).

La primera de esas frases la disparó en el estadio Luna Park, al terminar un festival a beneficio de la provincia de San Juan, devastada por un terremoto: el coronel - claro - era Juan Domingo Perón. La última se la susurró a su peluquera pocas horas antes de morir. Entre ambas transcurrieron apenas 8 años, pero bastaron para ungir a María Eva Duarte - hija no reconocida de un estanciero de Junín y mediocre actriz de radioteatro - a la categoría de leyenda primero y de mito después. Una parte de esa historia la escribió ella: fue la mujer del líder del mayor movimiento político de la Argentina moderna, enfrentó con furia a sus enemigos y dedicó dieciocho horas por día - aún enferma - a la Fundación Eva Perón: una inmensa usina de beneficencia por la que desfilaron, de a miles, los pobres y los muy pobres de todo el país. La otra parte - el oscuro y funesto último acto - la propició la ceguera militar, que hizo del cadáver embalsamado de Evita ( como siempre la llamó la devoción popular ) un trágico botín ambulante que pasó enterrado, bajo nombre falso, en un cementerio de Milán, y que volvió al país por medio de un patético canje: el cuerpo de ella por el cuerpo de Pedro Eugenio Aramburu, asesinado por los Montoneros. María Eva Duarte tenía 16 años la noche en que bajó de la segunda clase de un tren en la estación Retiro, ambuló hasta la madrugada empuñando su valija de cartón atada con piolín, y recibió el primer cachetazo de la " piolada " porteña: cuando preguntó, en un bar, por una pensión, la mandaron a la residencia presidencial de la Avenida Alvear. Una década después, aquella adolescente flaca y perdida en la ciudad, vivía y daba órdenes en esa residencia, mientras sus actos dividían al pueblo en bandos fanáticos. Uno la consagró Abanderada de los trabajadores y hasta propuso su canonización. El otro la cubrió de barro. Una escritora la bautizó La Mujer del Látigo, y así tituló su libro sobre ella. Tomás Eloy Martínez se arriesgó a llamarla Santa Evita. Una mañana, en Londres, los rojos ómnibus de dos pisos, ostentaron en grandes carteles, la palabra Evita: la mediocre actriz de radio y cine había alcanzado la mayor categoría de las heroínas trágicas: la ópera. Hoy, ese cuerpo que embalsamó en la CGT el médico español Pedro Ara con pócimas secretas y custodiado con fusiles militares, yace en el Cementerio de la Recoleta. Más que yace, vive: según las estadísticas, el 90 % de los turistas que visitan ese camposanto de próceres y de apellidos ilustres pide, como primer destino, ver la cripta de la familia Duarte, donde está Esa Mujer, el título de la mayor pieza literaria inspirada por esa casi increíble vida: un breve cuento de Rodolfo Walsh, una estricta obra maestra.

Para ver el Cementerio de la Recoleta y la cripta de la familia Duarte, clickear por favor aquí

Ha dicho el historiador Dr. Félix Luna:

De todas las obras que Eva Perón realizó en su vida, la más trascendente fue crear una fundación con su nombre, donde atendía pedidos de diversos postulantes. Se trataba de un trabajo agotador que a veces la retenía durante noches enteras, pero ella estaba allí en su salsa. Expeditiva, directa, temible a veces, despachaba sus asuntos con rapidez e intuición. Y el pueblo, agradecido, comenzaba a crear en sus mentes la imagen de mito inmortal.

Pero Evita quiso ir más allá de la Capital con la inteligente idea de acrecentar su imagen redentora en todo el país. Los ingresos eran enormes y la ayuda de empresas y particulares acrecentaban la idea de hacer de esa obra una plataforma de poder y de influencia en la clase trabajadora.

Así, Evita se hizo cargo de las tres funciones que le cupo desempeñar. Las otras dos consistían en ser la polea de transmisión entre el gobierno y los gremios, y ejercer la animación de la rama femenina del justicialismo.

El escritor y periodista Tomás Eloy Martínez expresó:

Soñemos por un momento. Imaginemos una Argentina virtual. ¿ Qué pasaría si en la realidad de nuestro país apareciera Evita ? Si hay que pensar en la Evita de 1952, aquella Evita no hubiera estado nada feliz ante nuestra situación actual. Seguro que la evidencia de las injusticias, la situación social del país la hubieran asombrado.

Hoy, la vigencia del mito se debe a la trascendencia de su mensaje, de su preocupación.

La Evita que se venera es la de su imagen pública, la que entregaba colchones y pan dulce, la que hacía solidaridad.

Pero los mitos se congelan en un instante y a ese instante pertenecen. La respuesta de Evita a la Argentina actual sería muy distinta a la de su época. Sin embargo, si todavía muchos se aferran a su figura, es porque ante tanto desconcierto creen encontrar en ella una imagen salvadora de la que no quieren separarse.

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De la Enciclopedia área Sociales, editorial Océano S.A., Barcelona, España, dirección Carlos Gispert, profusamente ilustrada, 996 páginas, año 2001:

El presidente argentino Roque Sáenz Peña ( 1912 ) estableció el sufragio universal y secreto y las elecciones de 1916 dieron el triunfo al líder de la Unión Cívica Radical, Hipólito Yrigoyen.

Yrigoyen promulgó leyes en favor de las clases trabajadoras y de los arrendatarios y apoyó el movimiento de reforma universitaria, pero reprimió duramente la agitación social que parecía amenazar el orden existente. Le sucedió a Yrigoyen en el cargo de presidente el también radical Marcelo Torcuato de Alvear, que adoptó una línea más conservadora, lo que provocó una nueva escisión en el seno del partido.

La crisis económica de 1929 acentuó la mala administración de Yrigoyen, que había vuelto a la presidencia un año antes.

En septiembre de 1930, un golpe militar derribó al presidente constitucional e instaló en el poder al general José Félix Uriburu, pero el autoritarismo de éste concitó contra él a los partidos que le habían apoyado. Con ayuda del Ejército y de los conservadores triunfó el comandante en jefe del Ejército, general Agustín Pedro Justo ( 1932 ) quien se mantuvo en el poder gracias al fraude electoral. El general Justo introdujo un dirigismo económico para superar la crisis que favoreció a los intereses extranjeros y a un reducido sector de grandes propietarios de tierras.

La Segunda Guerra Mundial puso en crisis la restauración conservadora, lo que dio pie a que un sector del Ejército, que se decantaba por la neutralidad de Argentina ante este conflicto, derribara al presidente Ramón Castillo en 1943. El Ejército retiró el apoyo al nuevo gobierno militar, que se sostuvo en el poder gracias a la clase obrera, que se había beneficiado de la prosperidad que la guerra trajo consigo.

La gran habilidad con que el coronel Juan Domingo Perón logró conducir la crisis institucional, fruto de las presiones contra el nuevo régimen por parte de la oligarquía y las multinacionales, aumentaron hasta tal punto su prestigio entre las masas obreras que consiguió un rotundo éxito electoral en 1946 con el apoyo de la poderosa Iglesia católica.

El peronismo inauguró una nueva etapa en la vida política, económica y social argentina, caracterizada por la presencia activa del movimiento obrero organizado en torno a la Confederación General del Trabajo. La proliferación de medidas de carácter social, el populismo que encarnaba magníficamente la figura de la esposa de Perón, Evita, lograba una adhesión carismática de las masas al régimen. Evita fallece el 26 de julio de 1952. En 1955 el régimen peronista con su carácter antiimperialista y anticlerical es derribado por las Fuerzas Armadas. Perón inicia un exilio de 18 años.

La caída del peronismo inauguró una serie de régimenes en los que alternaron civiles y militares, pero en los que siempre se planteó como telón de fondo el fantasma de la vuelta de Perón de su exilio. Los nuevos gobiernos radicales se beneficiaron de la era desarrollista y, escudándose en la política kennediana de la Alianza para el Progreso, abrieron el país a las multinacionales estadounidenses. Sin embargo, el despegue económico no pudo contrarrestar la profunda inestabilidad institucional y el auge del movimiento obrero de signo peronista, lo que provocó la intervención permanente de los militares que habían de inaugurar ya en la temprana fecha de junio de 1966 las dictaduras castrenses del cono Sur en la persona del general Juan Carlos Onganía ( 1966 - 1970 ).

La rebelión obrera y estudiantil de 1969, conocida como el Cordobazo, puso en apuros al régimen militar. Se sucedieron dos breves regímenes militares comandados por los generales Roberto Levingston ( 1970 - 1971 ) y Alejandro Agustín Lanusse ( 1971 - 1973 ) que fueron incapaces de enderezar el caos económico y social, preparando el resurgimiento del peronismo.

El peronismo exigió al gobierno interino de Lanusse el regreso de Perón del exilio. La convocatoria de nuevas elecciones en 1973 se saldó en un triunfo arrollador de la candidatura peronista, presidida por Héctor Cámpora, frente al candidato radical, Ricardo Balbín. Perón regresa definitivamente a la Argentina el 20 de junio de 1973. La renuncia de Cámpora ( 13 de julio de 1973 ) obligó a convocar nuevas elecciones en las que fueron elegidos Juan Domingo Perón, presidente de la Nación, y su esposa, María Estela Martínez de Perón," Isabelita ", vicepresidente de la Nación.

Tras la muerte de Perón ( 1º de julio de 1974 ) se hizo cargo de la presidencia su segunda esposa, " Isabelita ", cuyo gobierno desembocó en una situación de caos económico y político. Un golpe militar ( 24 de marzo de 1976 ) la derrocó, constituyéndose una Junta Militar de gobierno, integrada por el general Jorge Rafael Videla ( jefe del Ejército ), el almirante Emilio Massera ( jefe de la Marina ) y el brigadier Orlando Agosti ( jefe de la Fuerza Aérea ). Seis días más tarde, el general Videla fue nombrado presidente de la República Argentina. El Congreso Nacional, los partidos políticos y las organizaciones sindicales fueron declarados fuera de la ley e incautados sus bienes.

El gobierno militar inició la llamada " Guerra sucia " contra todos los que consideró opositores. De la misma resultaron desparecidas millares de personas. Al mismo tiempo, pretendió llevar una política económica de signo neoliberal, dentro de la línea del monetarismo de la escuela norteamericana de Chicago, para lo cual puso al frente del Ministerio de Economía a José Alfredo Martínez de Hoz. El resultado fue un crecimiento espectacular de la deuda externa, de la inflación y el empobrecimiento progresivo de la población.

En 1981, el general Roberto Viola sustituyó al general Videla en la presidencia de la República Argentina, y éste a su vez fue sustituído por el general Leopoldo Fortunato Galtieri a finales del mismo año.

En 1982, el gobierno militar procedió a ocupar las islas Malvinas, reivindicadas tradicionalmente por Argentina como propias. La respuesta militar británica fue fulminante y dio lugar a la derrota argentina. El general Reynaldo Bignone se hizo cargo del poder y ante el deterioro militar, económico y social por el que atravesaba la Nación, agravado por el duro golpe moral recibido tras la rápida contienda y derrota frente al Reino Unido, anunció el retorno a un régimen constitucional y de libertades civiles.

El día 30 de octubre de 1983 se realizaron las elecciones para elegir autoridades democráticas.

Nota: Para conocer más sobre la historia argentina, clickear por favor aquí

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Del Diccionario Histórico Argentino, de las profesoras Ione Wright y Lisa Nekhom, diccionario escrito originariamente en idioma inglés ( Historical Dictionary of Argentina ), editorial Emecé, Buenos Aires, 898 páginas, año 1990:

María Estela Martínez Cartas de Perón ( Isabelita ), tercera esposa de Perón, nació en La Rioja, Argentina, el 4 de febrero de 1931; la más joven de seis hijos de una familia humilde; estudió piano y danza y actuó en el teatro como bailarina; en 1956 conoció a Juan Domingo Perón en Panamá; fue su secretaria y luego se casó con él en el exilio, en 1960; en 1964, como representante de su esposo regresó a la Argentina y logró disolver el movimiento dirigido por el sindicalista Augusto Timoteo Vandor, que propiciaba un peronismo sin Perón; en 1971 trató de fusionar a los peronistas de derecha y de izquierda, pero fracasó; fue elegida vicepresidenta cuando Juan Domingo Perón asumió nuevamente la presidencia de la República Argentina en 1973; pasó a ser la presidenta de la Nación el 29 de junio de 1974, debido a la grave enfermedad de su esposo que falleció dos días después. La señora de Perón ha sido la primera mujer que ocupó el cargo de presidenta de un país, en el hemisferio occidental. Su gobierno fue depuesto por las Fuerzas Armadas el 24 de marzo de 1976 debido a desbordantes problemas económicos y a la creciente violencia de la guerrilla.

María Eva Duarte de Perón ( Evita ), segunda esposa de Perón, nació en un ambiente humilde en Los Toldos, Buenos Aires; esta hermosa, resuelta y tesonera mujer se elevó desde una intrascendente carrera de actriz desplegada en Buenos Aires, hasta trocarse en el símbolo y agente de los beneficios prometidos por Perón a los " descamisados ", con quien ella se hallaba realmente identificada y cuya lealtad y afecto le fueron devotamente prodigados. Consagrada en un todo a Perón ( con quien contrajo enlace en 1945 tras el regreso de éste de la isla Martín García ) y su programa, le cupo la responsabilidad de unir los grupos laborales hasta constituir una poderosa fuerza política adicta a Perón; logró con todo éxito este objetivo merced a su personalidad carismática y a su esforzada dedicación; durante la primera presidencia de Perón ( a la que a menudo se calificó de diarquía por el papel preponderante de Evita ) ella tuvo a su cargo todos los asuntos atinentes a los trabajadores; se añadió a ese menester una nueva dimensión, cuando fue designada directora de la Fundación María Eva Duarte de Perón, institución en apariencia privada, pero solventada por fondos tantos privados como públicos; permaneciendo durante muchas horas diarias en su oficina, mantenía contacto personal con los trabajadores, haciendo las veces de personera de sus quejas y necesidades; distribuía pródigamente beneficios de toda clase pero nunca como caridad, sino siempre dignificados como derechos adquiridos que Perón había conseguido para ellos, mantuvo abiertos los canales políticos entre Perón y el sector laboral y acrecentó la lealtad y el apoyo de este último; pero también exacerbó la enemistad con la oligarquía. Activa dirigente en la campaña a favor de los derechos políticos de la mujer, le cupo un papel de enorme responsabilidad en la obtención del derecho del sufragio femenino, otorgado en 1947 y ella mismo usufructuó el beneficio que implicaba el cambio constitucional, autorizando a la mujer a desempeñar cargos públicos, para postularse como vicepresidenta de la Nación en 1952, pero se vio obligada a rechazar la postulación por la presión militar y por el estado de salud. Murió de cáncer el 26 de julio de 1952, poco tiempo después que Perón inaugurara la segunda presidencia; fue inhumada en Buenos Aires con grandes honores y en medio de un inmenso dolor e histeria colectiva. Después de la revolución que derrocó a Perón en 1955, el cadáver fue secretamente retirado y enviado a Italia, siendo luego devuelto a Perón en 1971. En 1974 el cadáver de Evita regresa finalmente a la Argentina. Descansa desde 1976 en el Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires.

Nota:

Para ver imágenes del Cementerio de la Recoleta, clickear por favor aquí.

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De Ricardo Burzaco, historiador especializado en aeronáutica, escritor, colaborador en la revista Todo es Historia, director Dr. Félix Luna, autor del libro Las alas de Perón, I y II, editorial Eugenio B, 176 páginas, con fotografías, año 2008:

Algunos fanáticos afines a la Revolución Libertadora de 1955 menospreciaron y difamaron la incorporación de los alemanes a las fábricas militares. Fueron tildados de nazis y poco menos que de inútiles que estafaban al país, sin preguntar siquiera en la FMA ( Fábrica Militar de Aviones ) - donde todavía hoy se los recuerda con respeto - o en los ámbitos universitarios si su apreciación era correcta.

Ellos vinieron a trabajar, a enseñar y no a hacer política. Si el gobierno argentino entregó pasaportes a la embajada de la Alemania nazi, ello ocurrió cuando Perón todavía no era presidente y si en las décadas siguientes se encontraron en el país criminales de guerra alemanes, ello indica que la Revolución Libertadora echó a quien no tendría que haber echado. Tal vez Perón quiso dotar al país de elementos tecnológicos avanzados cuando la Nación no estaba preparada cultural y económicamente para ello. Mientras que el lechero hacía su reparto en carro, el avión Pulqui II tronaba por los cielos de la provincia de Córdoba a más de 1000 km/h.

Lo que intentó hacer el científico Ronald Richter en la isla Huemul, lo anunció la NASA ( National Aeronautics and Space Administration ) de USA en 1993, diciendo que, de no recortarse el presupuesto a los efectos, concretarán las reacciones termonucleares - como las que se producen en el sol - a escala reducida para las primeras décadas del siglo XXI.

Un eminente físico nuclear norteamericano dijo : " Si lees la primera página de algo escrito por Richter te das cuenta de que es un genio, cuando lees la segunda piensas que está loco ".

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De Alejandro Francisco Molle, historiador, escritor, escribano y jefe de la Sección Histórico - Judicial de Mercedes, Buenos Aires, en la revista Todo es Historia, nº 346, mes de mayo de 1996:

Los abuelos paternos de María Eva Duarte fueron Francisco Dujart y María Echegoyen, oriundos de Francia, del distrito de Bayona, que se unieron en matrimonio en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Balvanera, en la ciudad de Buenos Aires, el 6 de noviembre de 1850.

De esta unión conyugal hubo 8 hijos llamados Pedro, Catalina, Magdalena, Hipólita, Baldomera, Juan, María y Ursula. De esta descendencia, los cuartos primeros fallecieron en su menor edad, sin sucesión. Respecto de Baldomera, Juan, María y Ursula, nacieron en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, el 26 de febrero de 1855, 1 de noviembre de 1858, 30 de noviembre de 1862 y 21 de octubre de 1865, respectivamente.

Francisco Dujart falleció en Chivilcoy el 24 de junio de 1868. Una década después, su esposa e hijos iniciaron los autos sucesorios por ante el juzgado de primera instancia en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial del Centro - con asiento en Mercedes - a cargo del doctor Virgilio Tedín, secretaría del escribano Manuel Malmierca.

Acopiados los instrumentos imprescindibles a los fines declarativos y para ulterior distribución del haber, el agente fiscal, doctor José Sanmartín, observó que las distintas partidas ( la de matrimonio y la de los cuatro hijos sobrevivientes ) no eran coincidentes en cuanto al modo de escribir el apellido, pues en una figuraba como Duarte, en otras como Dujart y en otras como Duhart, y reclamó al juez Tedín interrumpiera el procedimiento en curso hasta aclarar tal circunstancia.

Corrida la vista, el procurador Eliseo Gigena, en su carácter de apoderado de los Duarte respondió que " el señor Duarte era francés, su apellido en su patria se escribía Duhart, entre nosotros se pronunciaba Dujart, y después a otros que les pareció demasiado esta pronunciación le llamaron Duart, hasta que finalmente pareciéndole a algunos que esta palabra no era suficientemente castiza como para pronunciarla en Chivilcoy le llamaron Duarte. De aquí la diferencia que el señor fiscal ha encontrado en las partidas. El Juzgado puede creer con todo fundamento que estas diferencias no son el resultado de otras causas que simples modificaciones del lenguaje al cambiar la nacionalidad el señor Duarte ".

En conocimiento el fiscal de la aclaración formulada por el procurador Gigena, prestó conformidad, y, seguidamente, el juez Virgilio Tedín dictó la declaratoria de herederos y convalidó como Duarte el apellido, resolución suscripta en el estrado de Mercedes el 18 de septiembre de 1878.

El Duarte consagrado a la fuerza de uso y admitido luego judicialmente, pasó a ser el nominativo de familia, que legó Juan - años después a sus hijos, entre los que se contaba María Eva, nacida el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, cabecera del partido de General Viamonte, en la provincia de Buenos Aires, quien en 1945 contrajo matrimonio con el coronel Juan Domingo Perón.

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De Laura Mafud, periodista, en el magazine Clase Ejecutiva, de diario El Cronista Comercial, Buenos Aires, fundado en 1908, director periodístico José Del Río, septiembre de 2009:

Muebles que Evita importó desde Europa y sillones que pertenecieron al primer mandatario Julio Argentino Roca son algunas de las joyas rescatadas de depósitos y que son restauradas por artesanos de la familia Fontenla.

Algunas, desde la Vieja Europa, habrán atravesado las furiosas aguas del Atlántico cuando todavía Buenos Aires aspiraba a ser un arrondisement parisino interoceánico. Ahora, tras años de olvido y abandono, piezas históricas provenientes de la Casa de Gobierno volverán a lucirse ante los ojos de presidentes y diplomáticos que visiten el país. Entre algunas unidades, cuyo origen e historia es una verdadera incógnita, se destacan una mesa y un escritorio de Evita, muebles que se importaron desde Europa durante las primeras dos presidencias de Juan Domingo Perón por pedido explícito de Evita y los sillones del primer mandatario Julio Argentino Roca.

Roberto Fontenla, presidente de la firma homónima a cargo de los trabajos de recuperación afirma que: " Muchos son muebles de origen francés, que se encontraban en pésimo estado. Si bien el tiempo los deterioró, son verdaderas joyas. Algunos tenían roturas y daños por polillas. Una es la llamada mesa " de las reinas ", su llegada es previa a la primera presidencia de Perón. Esa mesa posee una base con porcelanas pintadas a mano, tapas de bronce repujadas, finamente trabajadas, y con una estructura montada de bronce cincelado. La única pieza que estaba en funciones, era el escritorio de Evita. La empresa emplea a unas 220 personas. 38 personas están abocadas al retirado del material de lustre, pulido, color, cambio de tapizado, dorado a la hoja, tallado y fasonado a mano, lustrado y cambio de herrajes. Se restablece su condición original, utilizando los mismos materiales de época, como crin de animal, hoy en desuso. ".

Las piezas volverán a brillar, llegó su tiempo de revancha.

Nota:

La empresa Fontenla también tiene a su cargo trabajos de restauración del mobiliario del Teatro Colón y participó de tareas de puesta en valor en la Fragata Libertad, el Palacio San Martín, el Hotel Llao Llao, el Alvear Palace Hotel y el Hotel Provincial de Mar del Plata.

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De Hugo Ezequiel Lezama, escritor, periodista, investigador, autor del libro titulado Balcarce 50 - Los presidentes argentinos y la guerra psicológica, de la serie Las riendas del poder, volúmen I, con notables ilustraciones del talentoso dibujante Hermenegildo Sabat, ediciones La Bastilla, Buenos Aires, 226 páginas, año 1972:

Las Fuerzas Armadas integraron siempre el inventario del Poder Culto, aunque parezca mentira.

Las Fuerzas Armadas son un grupo hábil, dinámico, que sirve de nítida pantalla en la que los argentinos podemos ver muy claramente proyectadas nuestras fluctuaciones sociológicas, la inseguridad emocional de nuestro temperamento, la afición por la pompa y la prepotencia que nos caracteriza, la honestidad como aria y el peculado como realidad y, ¿ por qué no ?, hasta las posibles virtudes.

En todo caso las Fuerzas Armadas no son ni mejores ni que el país que las produce. Será, por lo tanto, equivocado considerarlas como una enfermedad en sí misma y no como lo que en verdad son: parte de un síndrome más explícito.

Bastará, además, ampliar el universo de observación para advertir que sus períodos positivos y sus períodos negativos, corresponden a similares tendencias en los otros ámbitos nacionales.

Una etapa de corrupción política, paraleliza una etapa de corrupción militar, aunque ambas corrupciones no ostenten las mismas evidencias. La desintegración político - administrativa que culmina en 1930 sucede simultáneamente con la marea de arrebatos de poder concupiscente que enajenó a no poco oficiales y es demasiado fácil concluir que originan una en otra cuando lo que ocurre es que se tienden a suplir dentro de un mismo tejido histórico en el que todos obran condicionados.

Al desvergonzado fraude electoral y a la serie de negociados estrepitosos que llegarán a su cenit civil en la presidencia de Ramón Castillo ( 1942 - 1943 ), promovidos o consentidos por éste y su mafia de señores, corresponde la cristalización, en el Ejército, de otra máquina, el GOU ( Grupo de Oficiales Unidos ), la mafia de los coroneles.

El GOU fue una logia y lo que en el Ejército se llama logia en la política se llama " trenza " y ni uno ni otro suelen significar nucleamientos ideológicos profundos y sí, muchas veces, coincidencias básicas afortunadamente lucrativas.

. La " trenza " política es un trozo aislado del todo que se organiza para triunfar sobre el resto. Lo que diferencia a una " trenza " de un partido es la presunta clandestinidad o secreto en que se desenvuelve la primera. Exactamente lo mismo es aplicable a una logia. Y, si en un momento dado, una logia resuelve terminar con el partido político gobernante, es porque la logia decide actuar como partido político ( aún sin saberlo ), lo que quiere decir que transubstancia de " trenza " a institución.

La vedette del GOU era en mayo de 1943 el teniente coronel Enrique González, quien establecía todos los contactos con políticos opositores para organizar el golpe contra el presidente Ramón Castillo.

El ministro de Guerra, general Pedro Pablo Ramírez, estaba al tanto de todo y, más aun, los aprestos se realizaron con su bendición. Difícil posición ética la del general Ramírez, complejo de explicar, lo que parece tan claramente una traición a su Presidente. Lo cierto es que a veces, la Historia se pone tan exigente con algunos hombres públicos, que tienen que sacrificar hasta el honor.

A las 6 de la mañana del 4 de junio de 1943 un capitán de navío, llamado Alberto Teissaire, llevó a la casa del ministro de Guerra un mensaje: presentarse de inmediato en la Casa de Gobierno. Un rato más tarde, el general Ramírez, ministro de Guerra, llegó a Balcarce 50 acompañado por su invariable acólito, el capitán Francisco Filippi, su yerno. La conversación con el Presidente Castillo fue muy breve. Le informó que " se halla en marcha un movimiento imposible de detener " y, acto seguido, sacó un papel del bolsillo en donde estaba escrita su renuncia. Noble gesto.

A todo esto la revolución había estado sin jefe 24 horas antes. Faltaba una figura de " cartel " para encabezar el reparto y de las " etoiles " disponibles el que ofrecía menos problemas era el general de brigada Arturo Rawson. Prestigioso, honesto, valiente, inclinado a batirse a duelo, caballeresco y pro - aliado. Ideal.

De todas maneras la misión clave de Rawson era simplemente gozar de la conducción militar, llevar sus huestes a la victoria y ocupar después la Presidencia, hacer buena letra y no contradecir al GOU, que para eso le acababa de regalar una revolución con la producción completa, escenografía, vestuario, luces y extras.

Quizás nadie fue demasiado explícito con Rawson cuando se lo contrató para el 4 de junio, por lo que el general se tomó todo en serio.

Rawson no subleva a la guarnición de Campo de Mayo porque ya estaba sublevada y esperándolo. Se pone al frente de una columna de cerca de 10.000 soldados y lanza un últimatum al Gobierno. Como se verá, lo cómodo de las revoluciones en la Argentina es que no hay que inventar nada; se trata, simplemente, de cumplir con la liturgia ya establecida.

El presidente Ramón Castillo le ordena al general Márquez que " prenda " ( fue la palabra que efectivamente usó ) al general Pedro Pablo Ramírez, por lo que el ex ministro de Guerra pasa a una oficina en calidad de detenido.

Está deliberando el equipo dirigente: junto al presidente Castillo se encuentran Robustiano Patrón Costas, Guillermo Rothe, Yriondo y el general Zuloaga. Algunos piensan en resistir y basan su esperanza en la Marina. Preventivamente, a las 9.00 de la mañana, Castillo se embarca en un pequeño buque de guerra de la escuadra de Ríos ( denominación de entonces de lo que hoy se llama Fuerza Naval de Instrucción ). Mientras el presidente Castillo y sus ministros marchan hacia Puerto Nuevo, el general Márquez dialoga con su colega Ramírez que acaba de ser puesto inexplicablemente en libertad. A las 9.20 llega el general Márquez al embarcadero del Arsenal de Marina y le informa al presidente Castillo que el movimiento está triunfante y agrega, con expresión de cirujano con muchas bajas en su haber: " Me han entregado la defensa muy tarde ".

Mientras tanto, la columna avanzaba al tranco de los caballos ( aquí, en 1943, seguíamos teniendo artillería hipomóvil ) y cuidando de que todo fuera correcto. Se eligió el camino del bajo porque es mucho más lindo, cabe más gente y más público podía disfrutar del espectáculo. Y allí sucedió lo imprevisible: Al pasar frente a la Escuela de Mécanica de la Armada la columna insurrecta fue ametrallada por los marinos. Se emplazaron inmediatamente dos piezas de artillería de campaña y varias ametralladoras, todo el mundo cuerpo a tierra, y comenzó un intercambio de plomo de corta duración. Algunos destrozos de manpostería en la Escuela, la verja un poco retorcida y, claro está, muertos y heridos, pero en su mayoría civiles que pasaban en un colectivo manejado por un fanático en el cumplimiento de los horarios.

Rendidas las fuerzas de Marina, el general Arturo Rawson ordena seguir el avance hasta alcanzar la Plaza de Mayo y una vez allí, preparar el asalto a Balcarce 50.

Balcarce 50 ya está ocupada por el ex ministro de Guerra, que espera a los insurrectos con los brazos abiertos, puesto que son sus hijos.

En el puerto, la escena fue más dramática y hasta gimnástica en más de un aspecto. El pequeño barreminas " Drummond " estaba en la dársena D con el gallardete del comandante en jefe izado al tope, listo para partir. Unas veinte personas, vivaron a media voz al presidente Castillo, que permanecía muy serio y como ofendido, rodeado de sus ministros, mientras se procedía a las engorrosas maniobras de desamarre. En el momento en que retiraban la planchada llega el ministro de Hacienda, Carlos Acevedo, quien saltó ágilmente a bordo, y cuando el barreminas empieza a separarse del muelle, arriba el doctor Miguel Culacciati, ministro del Interior, quien corre hacia la popa - el pedazo de buque más proximo a tierra - extiende los brazos y dos robustos marineros lo toman, lo alzan y lo ingresan al rol de navegantes. No terminan allí las corridas, el último maratonista es el subsecretario del Interior, el doctor Gómez Palmés, que trae unos papeles en la mano. Es inútil, no alcanza a subir y entonces, desde el muelle, le lee a gritos, al gobierno que se va, la proclama del gobierno que se viene.

Esa noche mientras el barreminas " Drummond " enfila hacia aguas territoriales uruguayas, el general Arturo Rawson repone fuerzas, después de la emocionante jornada, comiendo y bebiendo en el Jockey Club con un grupo de amigos. El flamante Presidente diseña su gabinete en la larga sobremesa.

Rawson es, ante todo, amigo de sus amigos, se ha encontrado de golpe con el gobierno del país en sus manos y en su perplejidad apela a los íntimos sin preocuparse demasiado por la ideología o idoneidad que tengan. Los miembros de GOU tomaron muy a la tremenda a los nombres del gabinete de Rawson, y a la mañana siguiente, cuando se aparecieron en la Casa de Gobierno, a ultimar los detalles de la jura, se encontraron con que algunos soldados, cumpliendo órdenes del coronel Anaya, los acompañaron personalmente hasta la salida.

El presidente Arturo Rawson se sintió anonadado. Era evidente que alguien le estaba estropeando la fiesta, por lo que el 5 de junio de 1943 fue un día mucho más denso que el anterior.

También en el " Drummond " el ambiente estaba pesado. Durante la madrugada varios ministros habían trasbordado a un buque uruguayo para refugiarse en el país vecino. Ramón Castillo, viejo hombre de leyes no ignoraba que, de hacerlo, perdía sus derechos y se quedó a bordo, asombrado, sorprendido, derrotado, no entendiendo lo que pasaba con los militares a los que él creía haber manejado tan bien.

A las 12.05 el barreminas " Drummond " atraca en el Dock Central de La Plata. Aguardan al presidente caído - que desciende luciendo impecable pantalón fantasía, sobretodo y sombrero negros - el nuevo ministro del Interior, general Diego Mason, y un grupo de oficiales superiores y jefes de la guarnición local. Lo llevan al Regimiento 7 de infantería y a las 13.15 redacta una breve dimisión. Por todo comentario dice: " Al fin voy a poder descansar, hace trece años que no tengo un día de descanso ". A las tres de la tarde, en compañía de su hijo, del coronel Suárez Girado y del auditor militar, doctor Almada, que había sido su discípulo, llega a la residencia de Olivos. Le esperan allí, el doctor Crámer, presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, y el general Russo.

El ex Presidente Castillo se queda hasta el día siguiente. El 6 de junio se muda a su petit hotel de la calle Juncal cerca de Callao. Ese día, a la noche, lo echan al general Arturo Rawson.

Se llama Pedro Pablo Ramírez, tiene 58 años, siguió la carrera de armas y alcanzó el grado de general de división. El 7 de junio de 1943 el general Ramírez presta juramento como el vigésimo cuarto Presidente de los argentinos.

Rawson, derrocado el día anterior por el GOU con el simple trámite de decirle que se fuera, disfrutó 48 horas de la Presidencia pero como no llegó a jurar, no integra la nómina oficial y su busto no está en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. Poco después le darán un premio consuelo: será embajador en Brasil inaugurando así, el régimen de exilio becado en dólares que perdura hasta nuestros días y que tantas satisfacciones ha dado a Presidentes inquietos y a militares amenazadores. El GOU elaboró un documento explicativo del alejamiento de Rawson con primores dialécticos para consumo de argentinos ingenuos y gobiernos extranjeros mal informados.

El nuevo gobierno del general Pedro Pablo Ramírez tiene un Vicepresidente, el contralmirante Sabá Sueyro, que morirá muy poco después. La formación ministerial es así: Interior, coronel Alberto Gilbert; ministerio de Relaciones Exteriores, vicealmirante Segundo Storni; ministerio de Hacienda, señor Jorge Santamarina; ministerio de Justicia e Instrucción Pública, coronel Elbio Anaya; ministerio de Guerra, general de brigada Edelmiro Julián Farrell; ministerio de Marina, contralmirante Benito Sueyro ( hermano del Vicepresidente ); ministerio de Agricultura, general de brigada Diego Mason, y ministerio de Obras Públicas, vicealmirante Ismael Galíndez.

Este gabinete contiene suficiente porcentaje de GOU como para asegurarse el manejo, pero sobre todo, Farrell, al ocupar el ministerio de Guerra pasa a ser automáticamente jefe de la logia. Farrell llevará de jefe de la Secretaría general del ministerio de Guerra a su amigo íntimo, el coronel Juan Domingo Perón.

La suerte está echada.


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Textos cortesía de Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.


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