DOCUMENTOS SOBRE EVA DUARTE DE PERON 


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María Eva Duarte de Perón / Evita. Argentina 1919-1952

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HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS 

Evita en el Hogar de Tránsito Nº 2, hoy Museo Evita, Lafinur 2988, Buenos Aires

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De María Luisa Rubertino, docente y escritora:

Tengo una teoría, pero que realmente no me atrevo a plantearla a acérrimos peronistas ortodoxos.

Estoy segura de que Evita habría podido salvarse. Le diagnosticaron el cáncer con tiempo suficiente para extraerlo, y su madre había sobrevivido a la misma enfermedad. Pero ella decidió descuidar su vida y dedicarla a los demás, y lograr en sólo 7 años lo que a la mayoría de la gente le hubiera llevado décadas, y, tal vez, vió la oportunidad de convertirse en una leyenda y la aprovechó.

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De Rubén Digilio y LeonardoTorresi, fotógrafos, periodistas, investigadores y escritores:

Como en el País del jardín de infantes - aquel contexto y conclusión de la famosa denuncia de la escritora María Elena Walsh durante la dictadura -, hubo una " goma descomunal " que dejó por aquí sus borrones. " Hay muchos en Buenos Aires que nos dicen que piensan que está cerrada ", es de lo primero que se escucha apenas se atraviesa el robusto arco de la entrada. Pero no: hoy la República de los Niños está viva y bastante concurrida.

El sitio encantado de Gonnet, la República de los Niños fue pensada como un regalo de cumpleaños.

" Yo quiero hacerle un regalo a Evita Perón, pero no quiero que se entere, y quiero hacer algo por los niños que sea original ". Las palabras que escuchó el arquitecto Jorge Lima cuando se sentó, intrigado frente al mentor del proyecto.

La cabeza del proyecto en Gonnet, muy cerca de La Plata, era el coronel Domingo Alfredo Mercante, el gobernador de la provincia de Buenos Aires. En las 53 hectáreas en trámite de expropiación al Swift Golf Club ( dicen que con el Google Maps todavía se advierte el trazado de los hoyos ), quería hacer algo grande. Como su amor por Evita.

Y lo más rápido que se pudiera. En 1949 se contactó con el arquitecto Jorge Lima, que - contagiado de tanta adrenalina - en una sola madrugada pintó un lindo boceto en acuarela de la calle principal del nuevo sitio, muy similar a la que finalmente se construyó. " Es justo lo que quería ", asintió Mercante apenas le pegó una mirada.

La obra quedó a cargo del Instituto Inversor de la Provincia de Buenos Aires, que había creado el propio Mercante. Los fondos lo aportaba el Instituto de Previsión Social Bonaerense. El proyecto contemplaba una zona urbana dividida en centro cívico, un centro comercial y un área residencial; una zona agrícola, una zona industrial, un ferrocarril y un puerto. Todo a escala infantil.

" La República de los Niños surge como una propuesta del coronel Mercante de hacer algo original para los niños, para hacer ese regalo que le quería hacer a Evita Perón por el cumpleaños - repasó el arquitecto Lima entrevistado hace unos años para el Programa de Historia Oral del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires -. La idea madre se me ocurrió inspirada en esos cuentos para niños, en las cosas mágicas, los cuentos de gnomos, de hadas. Ese fue el origen de la ambientación. Era hacer una ciudad, pero después se fue agrandando para hacer una república. Y surge la idea de hacer la instrucción general del chico viviente, desde plantar una semilla hasta ser presidente de la República de los Niños. Respetando todas las estructuras, pero con lenguaje infantil ".

El 17 de marzo del ´50, Mercante firmó el convenio con el estudio Lima, Cuenca y Gallo, para realizar la obra, ya denominada " República de los Niños ". Las tareas duraron dos años. Trabajaron inmigrantes italianos, españoles, yugoslavos, polacos: artesanos especializados en cada detalle de la construcción y el mobiliario. Detalles que en esta misión no eran un detalle, por supuesto. Pura inventiva: un 60 % de los materiales fueron creados en el mismo predio. De los 1.600 obreros, unos 1.000 vivían fijos en el lugar, en barracas, con comedores y policía propia. El diseño de los 35 edificios tiene una mezcla de estilos europeos mediales e islámicos, con el aporte onírico de los cuentos de Andersen y Grimm o las leyendas de Mallory y Tennyson.

Ritmo febril: " Una cuadrilla se encargaba del corte de la madera en el aserradero; otra colocaba tejas; una tercera se dedicaba a la construcción del techo; y otra, mientras tanto, instalaba el maderamen. El trabajo era sucesivo, no se interrumpía ", testimonio el techista Neif Aun.

¿ Y el sentido original ? El sentido original tampoco es un detalle en la República de los Niños. Todo lo contrario: es panacea y a la vez enigma, todavía hoy. Los diarios de la época trataban de interpretar el espíritu. " Irá modelando a los futuros ciudadanos " esperaba El Argentino de La Plata. " La enseñanza didáctica - informaba - se impartirá diariamente; si de botánica se trata, frente a los ejemplares a estudiar; si de economía rural, en el medio real de producción de granjas y quintas.

Mientras el coronel Mercante, al cabo el dueño de la idea, planteaba oficialmente: " Deseamos poner al niño en un medio de alegre esparcimiento, en directo contacto con las responsabilidades ciudadanas del futuro, para que cuando llegue a hombre sea un argentino consciente de sus deberes, derechos y obligaciones. A la par que tenga para sus primeros años un recuerdo amable e imperecedero, y así forme a sus vástagos más buenos y generosos ".

Décadas más tarde, en el siglo XXI, vocabulario y contenidos son otros, pero la idea permanece. " La República de los Niños es un ámbito de características únicas y constituye el entorno ideal para la formación en los equipos consagrados en la Declaración Universal sobre los Derechos del Niño ", valora Claudia Barrionuevo, docente del departamento pedagógico de la República de los Niños." Para que un niño haga valer sus derechos es necesario que los conozca, aprendiendo a participar, a opinar y a tomar decisiones responsables. Y éste es un lugar ideal para que pueda hacerlo ", se entusiasma.

El predio es grande, muy verde, y está arregladito. El " centro cívico " con los castillos ocupa un sector pequeño en relación al total de la superficie. Hay una plaza en cada extremo. En una está el monumento ecuestre de San Martín. En la otra plaza está Evita. El complejo no tiene par.

Los chicos empezaron a poner los pies en esta República a partir de octubre de 1951. Visitas instructivas previas a la inauguración formal. A mediados de noviembre se inició en las escuelas la tarea de elección del primer Gobierno Infantil. Eduardo Alejandro Bertolo, de sexto grado, salió presidente. Los lugares femeninos en el gabinete quedaron para Sara Graciela Leaplazza, ministra de Educación, y Estela Sosa, titular de la Policía Femenina.

La inauguración, el 26 de noviembre de 1951, fue una gran fiesta abajo del palco. Arriba, en el balcón de la Casa de Gobierno a escala de un chico de 12 años, las autoridades trataban de disimular la incomodidad. El acto se había suspendido una semana para que viniera Evita, que ya estaba enferma y acababan de operarla. Feo momento. Al final, tampoco pudo ir ese día 26. No estaban bien las cosas. Evita falleció exactamente 7 meses después. En la inauguración estuvo el General Perón, presidente de la Nación. También Mercante, alguna vez llamado " el corazón de Perón ", pero ya con diferencias públicas con el Gobierno nacional. Estaba el mayor Carlos Vicente Aloé, gobernador electo, que iba a heredar el manejo del predio soñado por su antecesor. El primer mandatario infantil recibió al presidente de verdad con un discurso: " Olvidar a los niños es renunciar al porvenir, ha dicho nuestra protectora Evita. Decidle, presidente nuestro, que cuando esté mejor y venga a vernos, a cambio de una sonrisa suya nosotros le regalaremos una paloma blanca ".

Con la salida de Mercante, la República de los Niños perdió su gestor e ideólogo. El coronel, gran defensor del líder de la Nación en toda circunstancia - " más peronista que Perón ", le cabía incluso entre los propios; " el corazón de Perón ", según Evita - terminó expulsado del partido en 1953. A partir de entonces, ¿ quién iba a defender a la República de los Niños más que él ? Desde el principio, algunos de los cometidos originales no pudieron llevarse adelante. " Pensaban, por ejemplo, que los chicos, por grupos, pasaran todo un año viviendo en la República de los Niños para cumplir todo un ciclo político, institucional y productivo. Hoy parece un delirio, pero en ese momento era la idea ", apunta Patricia Rossini, a cargo del Archivo Histórico de la República de los Niños. Una esmerada tarea documental revisando los archivos de los diarios - sobre todo los de La Plata - le permitió recolectar información que estaba dispersa o perdida. En los primeros meses de vida de la República de los Niños, las actividades se redujeron a festejos tradicionales, como la Pascua. Al presidente Bertolo le tocó hacer de Jesús. Primero en todo. Los chicos del gobierno contaron más tarde, ya de grandes, que sus funciones terminaron casi en el acto inaugural: muchos no recuerdan haber sido convocados ninguna otra vez. El gobierno de Aloé claramente no sintonizó con la República de los Niños. El Instituto Inversor fue liquidado por " no cumplir ninguna función social útil para la comunidad y estando así totalmente alejado de los principios básicos de la Doctrina Social Peronista ". En diciembre de 1953, la República de los Niños pasó al Ministerio de Educación de la Nación. El parque pasó a ser una atracción turística, con edificios sin estrenarse, vacíos. Una Casa de Gobierno sin presidente, una Legislatura sin legisladores. Llegó el golpe de 1955 y el gobierno de la " Revolución Libertadora " traspasó el parque a la Provincia. Símbolo en pie del gobierno derrocado del " tirano prófugo ", era tentación del odio y rencor de los militares antiperonistas más cerrados. Los custodios la defendieron de varios ataques. El hogar de la Fundación Evita de Núñez había sido suprimido y no querían que allí pasara lo mismo. El lago se secó y se llenó de malezas. En 1963, durante la intervención del general Francisco Imaz, la República de los Niños quedó de lado y el parque pasó a ser el País de los Niños. Una flor en el desierto, una buena, fue la inauguración, en 1968, del Museo Internacional de los Muñecos, idea del cineasta y director de teatro infantil Cándido Moneo Sánz. Hoy, este museo, imperdible, es una de las atracciones del parque.

En ese mismo año llegó la primera privatización. Pero quedó sin efecto con la vuelta del peronismo, en 1973, en el gobierno de Oscar Bidegain. Gran festejo con una toma simbólica de la instalación por parte de la Juventud Peronista. No hubo tiempo para retomar los " objetivos originarios ", planteados ese día.

Llegó la dictadura militar, 1976 - 1983, y con un decreto le pasó la República de los Niños al municipio platense. Y le sugirió que la reprivatizara. " Será un nuevo Disneyworld ", preconizaban desde la casa municipal platense. Las sugerencias, entonces, eran órdenes: el intendente Alberto Tettamanti se la dió a la empresa Zanón Hermanos, única oferente. La mayoría de los nostálgicos del Italpark no recuerda que, igual que en Mar del Plata, el parque de los sueños mecánicos cumplidos, tuvo una sucursal en la República de los Niños. Los edificios del Centro Cívico se usaban para tareas administrativas del parque de diversiones. Duró hasta 1984, cuando el Concejo Deliberante platense votó a favor de la recuperación del predio.

El manoseo a lo largo de los años, aquello de no saber qué destino darle, había hecho mella. Las fotos de los años 1984 o 1985 muestran las instalaciones a la miseria, con los yuyales altos como mensaje inequívoco de la decadencia. " Era un baldío totalmente oscuro, daba miedo entrar ", recuerda Guillermo Raimondi, presidente de la Fundación Valorar, que en conjunto con el municipio gestiona las actividades en la República de los Niños. En 1987, se designó un director, Roberto Amar, hubo mejoras y se creo el Departamento Pedagógico.

Surgieron distintos talleres, donde sigue asentada hoy la misión original de difundir los valores sociales y democráticos.

En 1992 asumió el primer gobierno infantil elegido por los propios alumnos.

En el 2001 la República de los Niños fue declarada Monumento Histórico Nacional, por votación del Congreso de la Nación Argentina. La ley quedó promulgada el 27 de diciembre de 2001.

" La República de los Niños experimentó todos los vaivenes del país. Para algunos gobiernos era un proyecto educativo. Para otros, era un gasto que había que sacarse de encima para poner un parque de diversiones ", analiza Guillermo Raimondi, de la Fundación Valorar.

Hoy la República de los Niños luce prolija, limpia, mucho mejor.

Los domingos son los días fuertes en el parque, con un promedio de 20.000 visitantes. Con precios muy accesibles, el perfil es bien popular.

Laura Gómez, directora del Jardín de Infantes Nº 922 de Villa Hudson, cuenta que " Nuestra escuela está en un barrio humilde. Se hicieron rifas para conseguir el dinero para el viaje. La idea era que conocieran un mundo que es distinto al que conocen de todos los días. Los niños se fascinaron con los castillos, con los palacios. Fuimos al taller literario, al taller de educación vial ... ".

Claudia Barrionuevo, del taller de los Derechos del Niño, está de acuerdo: " La fantasía que transmite la República de los Niños no tiene comparación, hay que ver las caritas felices de los chicos cuando ven los juegos, las atracciones, los minicolectivos, el barquito a vapor, los puentes, las torres y los palacios ".

Nota:

Se afirma que el famoso productor y dibujante Walt Disney visitó La República de los Niños y que sorprendido por tanta belleza se inspiró para crear Disneylandia.

El único viaje conocido de Walt Disney a la Argentina fue en el año 1941, como enviado del presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt. Para ese entonces, no existía la idea peronista de construir un parque de diversiones cerca de La Plata. Ni siquiera existía el peronismo. En ese recorrido que hizo por todo el país, Walt Disney, el creador de Mickey Mouse, de Donald, de Minnie y de tantos otros personajes, sí conoció el Bosque de los Arrayanes, que más tarde le sirvió como inspiración del escenario de la película Bambi ( 1942 ).

Pero los ojos del talentoso Walt Disney y de su equipo técnico tuvieron acceso a diversas fotografías e imágenes del parque de atracciones Tívoli de Copenhague, Dinamarca, el más antiguo del mundo, del maravilloso castillo Neuschwanstein del rey Luis II de Baviera, y también de la República de los Niños de Gonnet.

La República de los Niños fue inaugurada el 26 de noviembre de 1951, considerada el emprendimiento infantil más grande de Latinoamérica. Evita no pudo asistir a la misma, por razones de su cruel enfermedad.

Disneylandia, ubicada en Anaheim, California, fue inaugurada el 17 de julio de 1955, y ha recibido millones de visitantes, presidentes y miembros de la alta sociedad.

LA REPUBLICA DE LOS NIÑOS

En la imagen adjunta, La República de los Niños, el sueño de Evita para los más pequeños

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Del Portal Diagonales, el espacio digital de la ciudad de La Plata, llamada " la Ciudad de las Diagonales ", capital de la Provincia de Buenos Aires, Argentina:

La República de los Niños, también denominada Ciudad de los Niños, es un parque temático ubicado en Gonnet, localidad del partido de La Plata, que reproduce en tamaño proporcional para los niños, una ciudad con todas sus instituciones: Casa de Gobierno, Parlamento, Palacio de Justicia, Iglesia, restaurante, puerto, teatro, aeropuerto, hoteles, etc.

La República de los Niños fue construída por la Fundación Eva Perón en lo que fuera un campo de golf del Swift Golf Club. El 26 de noviembre de 1951 fue inaugurada oficialmente por el presidente Juan Domingo Perón. Evita no pudo asistir porque se encontraba ya internada debido al cáncer que acabaría con su vida pocos meses después.

La República de los Niños está construida en un terreno de 53 hectáreas que reproduce a escala de los niños los distintos accidentes geográficos, los paisajes naturales, el campo y la ciudad. Incluye una ciudad completa, con todas sus instituciones y centros. Los edificios imitan los diversos estilos arquitectónicos, desde el morisco al germano. El Banco Municipal Infantil es una copia del Palacio Ducal de Venecia; el Palacio de Cultura, inspirado en el Taj Mahal de Agra de la India, donde tiene sede el Museo Internacional del Muñeco. El Parlamento recuerda al británico. La capilla tiene grandes planos de techos normandos, galerías laterales y torres con campanarios; la Casa de Gobierno está coronada por un techo de imaginativas formas elevadas en torres. En torno a la Plaza de las Américas se encuentra la Legislatura, inspirada en el Parlamento inglés, que alberga los recintos de las Cámaras de Diputados y Senadores del Gobierno Infantil de la República, que está conformado por alumnos de las escuelas locales. Una vez al año, en la celebración del aniversario de la fundación de la República, los integrantes del Concejo Deliberante de la ciudad realizan una sesión especial para tratar las declaraciones enunciadas por el Gobierno Infantil, convirtiéndolas en ordenanzas que rigen luego en todo el partido de La Plata.

Fue pensada para el esparcimiento infantil en familia y también para la instrucción de una ética republicana. Las ciudad está construida en un gran parque que los visitantes utilizan para sus juegos y descanso.

Cada 26 de noviembre el Concejo Deliberante de la ciudad de La Plata realiza una sesión especial para tratar las declaraciones del Gobierno Infantil de la República de los Niños. Aquellas que son aprobadas se convierten efectiva y realmente en normas obligatorias en todo el partido de La Plata.

Dentro de la República de los Niños se destacan sus espacios abiertos arbolados que ocupan la mayor superficie del Parque. Por sus amplias zonas arboladas, la República de los Niños es un espacio ideal para los observadores de aves. Dentro del Parque se pueden encontrar más de 44 especies de aves.

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De Ernesto Bisceglia, escritor, docente de Filosofía, Formación ética y Ciudadana e investigador de temas jurídicos:

Amada hasta el paroxismo y odiada hasta la perversión, porque solamente un perverso pudo pintar solapado en las sombras aquella infame frase " Viva el cáncer ". Pero es partir de esta expresión despojada de toda piedad que se puede analizar la figura de la mujer más significativa del siglo XX.

Evita contribuyó a su modo a dignificar la política social.

Su figura es excluyente porque constituye una de esas personalidades frente a las cuales no cabe la indiferencia y dejan una huella tan profunda en la historia que aunque los hombres y los años se empeñen en borrar provocan el efecto contrario, resurgen cada vez con mayor brillo según sean una y otra vez estudiadas. La historia pule los errores a los mitos y agiganta sus virtudes y salvo quienes ahonden con ánimo destructivo podrán exponer de esta mujer tachas y cataduras morales. Porque al fin, si las tuvo eso demuestra su humanidad.

El odio visceral que le tuvieron sus enemigos contribuyó a engendrar más y quizás mejores peronistas. La repulsión que le profesaron los llevó a ser más viles que lo que de ella predicaban ya que no les bastó mancillar su honra en vida, su memoria en muerta y pretendieron predicar el escarmiento profanando sus despojos embalsamados. Fue, en cierto modo, la primera " detenida - desaparecida ", porque hurtaron su cadáver y lo escondieron, como lo ha demostrado la historia.

La virulencia de sus discursos y la descalificación de sus opositores como " alimañas " que se escondían en sus " guaridas asquerosas " sin privarse incluso de llamarlos " vendepatrias ", no era más que una forma de estar a la par con aquellos que la tildaban de " ramera ", " trepadora " y vejaban sin vacilación su femineidad.

Por eso para establecer una relación de equilibrio en el análisis hay que situar al personaje en su época y contexto; y éste estaba presidido por la intolerancia y los odios se podría decir raciales que conservadores y pueblo llano se confesaban. Hay que estudiar la infancia de pobreza, discriminación e ilegitimidad de donde provenía Eva Duarte para comprender - no justificar - sus reacciones. Demasiado resentimiento social que pudo desaguarse en obras y beneficios para los que menos tenían, aunque los procedimientos en muchas ocasiones no hayan sido tan pulcros. Pero qué era pulcro entonces, si los cultos hombres que derrocaron al peronismo no titubearon en proscribir, censurar y hasta fusilar.

Tampoco hay que llamarse a engaños, si Evita hubiese estado viva en 1955 no es arriesgado decir que el país hubiera terminado en una guerra civil que quizás ella presentía, por eso compró aquel cargamento de armas que entregó a la CGT para que armaran milicias populares. Tal vez, la muerte a tan temprana edad haya librado a la Patria de un baño de sangre de consecuencias inimaginables. Esa joven muerte ya estaba justificada con su obra que no se agota en la ayuda social sino en el hecho de que había servido para impregnar el tejido social y político con el concepto cabal de lo que era la Justicia Social.

Dirán que fue demagogia y diremos que sí, pero la faz de la República cambió y en la Argentina por primera vez en su historia los que menos tenían se sintieron que eran más humanos.

Podríamos escribir páginas para ensalzar la figura de esta mujer y otras tantas para denigrarla; a esta altura, al país le queda aprender a tomar lo mejor de sus grandes muertos, lo demás es paja de la historia porque los " gorilas " y " conservas ", " los contras " lo mismo que sus " queridos descamisados " en su mayoría yacen bajo las lápidas sólo rindiendo ante la Justicia Divina sus aciertos y sus errores.

Para algunos seguirá siendo " la Eva " y para la inmensa mayoría " Evita ", casi santa y mártir de la causa del pueblo. Esa, en todo caso, ya es una discusión bizantina.

Quedan los hechos de aquel gobierno peronista que ella contribuyó a forjar, la industrialización que trajo un nuevo mercado de trabajo asalariado al cual se integró la mujer. El fin de un sistema corrupto y abiertamente fraudulento fundado en el voto cantado, las conquistas sociales, los convenios colectivos, el Estatuto del Peón de Campo, las jubilaciones. Los hogares temporarios para mujeres desamparadas y ancianos.

La Fundación Eva Perón construyó hospitales, asilos, escuelas, colonias de vacaciones, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promoción de la mujer en diversas facetas. Los famosos Juegos Infantiles Evita y Juveniles Juan Perón, en los que participaban cientos de miles de niños y jóvenes de sectores humildes, que a la vez que promovía el deporte permitió también realizar masivos controles médicos.

Todavía quedan en pie el complejo habitacional " Ciudad Evita " en el Partido de La Matanza y La República de los Niños en Gonnet, provincia de Buenos Aires.

Una conquista extraordinaria fue la igualdad jurídica en el matrimonio y la patria potestad consagradas en el artículo 37 ( II.1 ) de la Constitución de 1949, texto que fue derogado por la " Revolución Libertadora " de 1955 que reinstaló la prioridad del hombre sobre la mujer; garantía constitucional que tampoco la reforma constitucional de 1957 tuvo en cuenta y la mujer permaneció discriminada legalmente hasta 1985 cuando en el gobierno de Raúl Alfonsín se dictó la ley de patria potestad compartida.

Los 10 Derechos de la Ancianidad: asistencia, vivienda, alimentación, vestido, cuidado de la salud física, cuidado de la salud moral, esparcimiento, trabajo, tranquilidad y respeto, fueron derogados en 1956 y nunca volvieron a tener jerarquía constitucional.

De todas las conquistas sociales la más significativa fue la alcanzada el 9 de septiembre de 1947, la ley 13.010 que estableció la igualdad de derechos políticos para la mujer y el sufragio universal.

REPUBLICA DE LOS NIÑOS

En la imagen, publicidad peronista del año 1951 sobre La República de los Niños.

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De Juan Antonio Schmidt, dirigente peronista de La Plata:

En la década del ´50, durante el gobierno de Perón, todos los juegos de la República de los Niños eran gratuitos, y se les mostraba a los niños lo que era una República. Además se les servía gratis el chocolate con masitas a los chicos que concurrían. Venían colectivos con pibes de distintos lugares para disfrutar de la jornada.

La República de los Niños era un ejemplo para la enseñanza. Y el recuerdo de Evita Perón va de la mano de la República de los Niños, ella fue una de las impulsoras del lema que afirmaba: " Los únicos privilegiados son los niños ".

REPUBLICA DE LOS NIÑOS

En la imagen, inauguración de La República de los Niños, Gonnet, provincia de Buenos Aires, habla el Presidente de la Nación, 26 de noviembre de 1951. Evita no pudo asistir por su enfermedad.

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De Víctor Hugo Morales, relator, locutor, periodista y escritor uruguayo, considerado " el narrador deportivo por excelencia de habla hispana ":

La República de los Niños, ubicada en Gonnet, localidad de la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, construida en 1951 por la Fundación Eva Perón, es un parque temático dedicado a los niños y a la democracia. Aquí está representada, en un tamaño para los niños, una ciudad con todas las instituciones republicanas, un Parlamento, un Palacio de Justicia, una Casa de Gobierno, una Iglesia, un puerto, un banco, un teatro, restaurantes, hoteles ... A menos de 60 km de la capital, hay un verdadero paraíso.

Si la familia se pregunta qué hacer un fin de semana, aquí, en la República de los Niños, tiene una excelente respuesta. Desde que entré y vi los pequeños edificios, todo este verde, toda la ilusión y la emoción que genera este predio, quedé maravillado.

Nota:

Víctor Hugo Morales fue distinguido por la Municipalidad de La Plata con un cuadro de Perón inaugurando la República de los Niños ( 26 de noviembre de 1951, Evita no pudo asistir a la inauguración por su grave enfermedad ). Morales también fue agasajado por los clubes deportivos de fútbol de la ciudad, Gimnasia y Esgrima de La Plata y Estudiantes de La Plata.

REPUBLICA DE LOS NIÑOS

En la imagen, plano descriptivo e informativo de la República de los Niños, ubicada en camino General Belgrano y calle 501, localidad de Gonnet, provincia de Buenos Aires.

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De Julián Blejmar, periodista y escritor:

En el 2009 Raanan Rein fue condecorado con la orden del Libertador San Martín, distinción otorgada " a los funcionarios civiles o militares extranjeros que en el ejercicio de sus funciones merezcan en alto grado el honor y reconocimiento de la Nación ".

Raanan Rein, doctor en Historia por la Universidad de Tel Aviv - de la que fue hasta hace poco vicerrector - y miembro correspondiente en Israel de la Academia Nacional de la Historia Argentina, se ha dedicado durante veinte años a estudiar el peronismo, sobre el que publicó más de una decena de libros y una veintena de trabajos académicos.

Rein, especialista en las relaciones del peronismo con la comunidad judía e Israel, recuerda que " cuando Perón fue derrocado en 1955, empezó un proceso de intento de desperonización de la sociedad argentina, que se replicó y tuvo mayor éxito en instituciones y grupos comunitarios, que tenían sus reservas previas acerca del peronismo por razones de clase social. Pero al investigar, uno encuentra a muchos judíos del movimiento obrero, intelectuales, empresarios, profesionales y sobre todo no afiliados a instituciones comunitarias que sí apoyaban al peronismo ". Según el historiador, el gobierno peronista hizo esfuerzos " por estrechar las relaciones con Israel y condenar el antisemitismo, al que Evita incluso homologa con la " nefasta oligarquía que ha sembrado odio en el seno de la sociedad argentina ".

" Es cierto que Perón buscaba cambiar la imagen nazi - fascista que tenía en muchos países, sobre todo en los Estados Unidos pero, al mismo tiempo, existió un verdadero esfuerzo del peronismo por incorporar distintos grupos marginados en este país, no sólo en relación a clases sociales sino también a etnias, como puede verse en el caso de los argentinos árabes, que también son integrados por primera vez al sistema político.

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De Julio Boccalatte, periodista deportivo, redactor y escritor, autor del libro Juicio Penal, ediciones Al Arco, Buenos Aires, 96 páginas, con ilustraciones del humorista Daniel Paz, año 2005:

El deporte con fines de propaganda y utilitarismo político registra una multitud de ejemplos y es curioso que en el objetivo y acaso en su instrumentación desembocan o coinciden expresiones de todo el abanico ideológico. Sobran antecedentes en el mundo ( Benito Mussolini y el Mundial de Fútbol de 1934, Adolf Hitler y los Juegos Olímpicos de 1936, la formación marcial de los atletas del bloque comunista durante la Guerra Fría ) y en el país, cuyo caso paradigmático, y a la vez la coronación de un biombo ideal para las atrocidades, fue el Mundial de Fútbol de 1978 que ganó la selección de César Luis Menotti.

La foto con el campeón, no obstante, la mayoría de las veces permite a los gobiernos de turno un rédito apenas coyuntural y, pasada la euforia, analizada la imagen con el cedazo del tiempo, termina revelando tremendo patetismo: el de apropiarse o mostrarse parte de un logro para el que, en el mejor de los casos, no han hecho contribuciones de ningún tipo. El gesto define no ya la gestión política de un presidente, sino su condición humana. Detrás de la foto no hay apoyo estructural, no hay política de Estado, no hay nada.

De esta situación es posible encontrar otro emblema más o menos reciente, el de " Carlitos Menem deportista " en los años 90, una verdadera evolución de la pura apariencia; pero también, más allá en los años, excepciones.

Juan Domingo Perón fue, sobre todo durante su segundo mandato, el primer presidente argentino de la historia en advertir la popularidad por contagio que provocó, siempre, la cercanía de los deportistas consagrados. Y posó con cada uno de los ídolos de la época: el boxeador Pascual Pérez, los basquetbolistas campeones del mundo de 1950, el remero Eduardo Guerrero, la tenista Mary Terán de Weiss, el maratonista Osvaldo Suárez, el automovilista Juan Manuel Fangio.

Pero no se quedó en la tapa de los diarios. Redobló la apuesta en el alto rendimiento con motivaciones económicas y revolucionó la estructura social a través del deporte.

La creación de los Torneos Evita, así, fomentó los múltiples beneficios de la actividad física: no sólo la ilusión de trascender y encontrar una salida laboral de privilegio, sino también la integración, el lugar de pertenencia, los valores morales, en ese tiempo la posibilidad para miles de chicos de recursos mínimos de tener su primer examen médico completo y exhaustivo.

Tanto en el ámbito de la competencia como en el de la recreación y el esparcimiento, Perón comprendió, cómo no, otra excelente posibilidad de propagación ideológica. Pero acompañó como nadie antes con una política de gobierno, verificó el impacto internacional de los logros atléticos y reinterpretó el deporte de base como un vehículo de calidad de vida. Su foto con el campeón permitirá una discusión sobre sus formas ( la jactancia, el buen gusto, la necesidad ), pero no admite, de ninguna manera, acusaciones de vaciedad.

La " Revolución Libertadora " de 1955 barrió por completo con la construcción que había propuesto el peronismo y peor aún, los deportistas más estrechamente vinculados al gobierno ahora derrocado fueron perseguidos y proscriptos. La magnitud de las consecuencias se puso de manifiesto en el bajo rendimiento ( después del triunfo de los remeros Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero en Helsinki 1952, por citar un ejemplo, la Argentina no logró otra medalla de oro en los Juegos Olímpicos hasta Atenas 2004, con los seleccionados de fútbol y básquet ); en una mayor fragmentación de la sociedad, y para diferentes analistas e historiadores valió la calificación de " genocidio deportivo ", el peor cometido en el país, fundamentalmente por el notorio talento que exhibía en conjunto aquella generación de atletas.

La asociación indivisible entre deporte y peronismo que interpretaron el general Eduardo Lonardi y el almirante Isaac Rojas devino en arrasamiento, y la medida, además de lo ya expuesto, vino a resumir un mal endémico: la bondad de un programa está lejos de garantizar su continuidad ante los cambios de gobierno. Los laureles cosechados de entonces a esta parte responden a talentos naturales, esfuerzos individuales o deportes como el fútbol que de tan arraigados y tan añejos, pueden nutrirse de estructura propia. En cambio, las políticas públicas desarrolladas en el ámbito deportivo explican mejor los fracasos que los éxitos.

En los últimos tiempos la realidad intenta modificarse; falta el paso de una maduración colectiva: apropiarse del deporte, reivindicarlo como un derecho ( y, por cierto, el contexto histórico parece propicio ). Porque es la naturalización de este ejercicio lo que convierte una política de Estado en conquista social, trasciende los gobiernos, contribuye a la edificación de un país mejor y permite, finalmente, que en la foto con el campeón salgamos todos.

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De Sol Peralta, escritora, redactora y periodista:

Hay una base que sustenta las modas de las sociedades más diversas, las europeas, orientales o latinas; las totalitarias o las democráticas; antiguas o actuales: el modo de vestir está relacionado en forma directa con la realidad política, cultural y económica. Dentro de este marco, es interesante la historia de la moda argentina, porque muestra el doble juego de marcar los movimientos económicos y culturales del país pero usando creaciones y estilos foráneos.

Durante más de dos siglos, los argentinos adoptaron sin cuestionamientos la moda europea y recién a partir de 2001 comenzó a desarrollarse el diseño argentino de autor.

Por otra parte, cuando se habla de moda argentina en realidad se hace referencia a la porteña. Rosa Iglesias, directora del Museo Nacional de la Historia del Traje, considera que " históricamente hay un fenómeno rioplatense muy marcado, Buenos Aires y Montevideo son cosmopolitas por ser puertos de mar. Mientras que en la Patagonia la población fue muy tardía, no hay una fundación española en ese territorio y el resto del país se ve pegado al Alto Perú, con vestimentas más ricas, cargadas. Lo que ocurre en los centros de producción nativa no es lo que se define bajo el concepto de moda ". La moda tiene que ver con las costumbres y con un acto voluntario de búsqueda de un estilo. El término se acuñó en 1640 cuando Francia, para impulsar sus sederías de Lyon, comezó a enviarles a las cortes europeas unas estatuillas con diseños franceses hechos en seda. Cuando alguien decidió encargar esa prenda se produjo una moda, el hecho voluntario de tomar una manera de vestir. Otra de sus características es ser fenómeno urbano.

La Argentina, pese a que tiene grandes diseñadores, ha sido un país receptor de moda. Una de las pocas excepciones a lo largo de la historia fue la instalación del peinetón, un fenómeno propio del Río de la Plata. Muchos de los emblemas de lo argentino son elementos que no pertenecen a la moda, como el poncho. La socióloga y escritora Susana Saulquin es autora del libro Historia de la moda argentina, editorial Emecé, 318 páginas, año 2006, uno de los análisis más completos y fundados sobre el tema. En sus páginas desarrolla una teoría sobre las causas de esta falta de identidad entre las que se encuentran la lejanía de los centros productores de moda que le resta punibilidad al copiado, los vaivenes económicos y los gobiernos totalitarios, la llegada de un número tan grande de inmigrantes y la actitud de comodidad e inseguridad de los habitantes.

Si la moda realmente es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad, se ve claramente cómo los cambios que vivieron las mujeres pueden mostrarse en su modo de vestir década por década en el siglo XX. Y aunque el gran protagonista del arreglo desde los comienzos de la historia ha sido el hombre, en este período mantuvo su vestimenta con pocas alteraciones, lo que lo muestra en un segundo plano, adaptándose.

Las mujeres europeas que vinieron la Primera Guerra Mundial tuvieron que salir a trabajar y además sufrieron un adelgazamiento porque se racionaba la comida. Por ese motivo además de la escasez de tela, la ropa fue cambiando y volviéndose más escueta y las casas de moda existentes en París cerraron. Y en Argentina no se vivió ninguna de estas dificultades, sin embargo, sí se adoptó la moda que surgió como consecuencia de ella, con Chanel a la cabeza de los diseñadores. Directamente se recibían los figurines y se adoptaban las nuevas prendas. Puede parecer insólito este gran acoplamiento, cuando la coyuntura argentina era tan diferente de la europea. Sin embargo no lo es. " Como acá no había una industria desarrollada y se usaba lo que venía de París, si allá cambia el vestido como consecuencia de la guerra, las mujeres argentinas no tienen otra opción que adoptar la nueva moda ", dice la diseñadora Paula López . A partir de entonces el vestido fue suelto, de corte recto, la falda subió hasta la rodilla y las crecientes clases medias argentinas se distinguían en la calle por la ropa de trabajo. Tras esta guerra, se flexibilizó el luto. Entre 1930 y 1950 se produjo una multiplicación de tiendas de moda en Buenos Aires.

Durante la Segunda Guerra Mundial las mujeres salieron nuevamente a trabajar pero ya a puestos de oficina ( algunas llegaron a convertirse en empresarias ), no tanto porque faltaran hombres sino por decisión propia. Así nació un concepto nuevo: el traje sastre con falda acompañado por el uso de hombreras para sumar tamaño y las plataformas, para ganar altura y mirar a los hombres directamente a los ojos. Después de que ganaron su lugar en el mundo laboral, el péndulo volvió a balancearse y llegó el momento de Dior, con un diseño ultrafemenino dado por los strapless, la cintura marcada y para la noche las faldas con metros y metros de tul. Su primera colección se presentó en 1947.

Rosa Iglesias, directora del Museo Nacional de la Historia del Traje, considera que las dos guerras mudiales y la de Vietnam fueron momentos de ruptura en la moda: " En el último caso, la Argentina formó parte de los movimientos juveniles que derivaron del conflicto bélico. El estampado camuflado se empezó a producir en Buenos Aires como en cualquier otro lugar del mundo, fue simultáneo e incorporado por los jóvenes sin diferenciación de estratos sociales.

Todos los gobiernos totalitarios, de derecha o de izquierda, imponen pautas de vestimenta. La última dictadura argentina no fue la excepción y produjo un retroceso de la moda, así como de tantas otras áreas, propulsado por una cantidad de reglamentaciones. Por ejemplo, las mujeres que trabajaban en oficinas públicas tenían que usar pollera, así como los niños que asistían a colegios estatales debían presentarse con camisa y corbata y las niñas con vincha y el cabello recogido. También se terminó bruscamente con la moda del taco tipo flamenco o de la bota texana para los hombres, con riesgo de caer preso si se desobedecía.

Una de las personalidades argentinas que marcó un estilo fue Evita Duarte de Perón.

La estampa de Evita con el traje entallado tipo Dior o Balenciaga y sobre todo el peinado de cabello recogido en un rodete tirante se propagó y repitió.

El modisto Christian Dior dijo en un reportaje: " La única reina que vestí fue Eva Perón ".

Si bien Evita lució muchas prendas del actor y modisto Francisco " Paco " Jamandreu ( 1925 - 1995 ), que tenía un estilo propio, desaprovechó la oportunidad de promover a este diseñador y a otros argentinos en el resto del mundo porque se manejó dentro de los cánones de la época y tomó la moda europea.

Desde otro ángulo, " el estilo de Evita no bajó mucho a la sociedad porque las clases altas, que son las consumidoras de moda, no la querían ", expresa Valeria Tuozzo, socióloga y docente de la carrera de Diseño de Indumentaria y Diseño Textil.

Nota:

Para ver imagen del estilo Jamandreu, clickear, por favor, aquí

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De Historia Contemporánea de la Argentina y el Mundo, del equipo docente integrado por Wuilfredo Carrozza, Ana Ferrari, Ana Persello y Cecilia Sagol, editorial Santillana S.A., Buenos Aires, 208 páginas, profusamente ilustrado, año 2010:

La Segunda Guerra Mundial impactó en la sociedad argentina, afectando sus valores sociales y políticos, entre los que la lucha contra el " nazifascismo " estuvo a la orden del día. También se modificaron las condiciones económicas y surgió una fuerza nueva política: el peronismo.

Las denuncias de corrupción y de fraude habían debilitado la imagen del presidente de la Nación general Agustín Justo para las elecciones presidenciales de 1937. Sin embargo, para evitar una victoria radical, el gobierno utilizó una vez más el fraude e impuso a los candidatos de la Concordancia, Roberto Ortiz ( radical antipersonalista ) y Ramón Castillo ( conservador ). Uno de los objetivos de Roberto Ortiz fue terminar con el fraude y garantizar elecciones limpias. Esto provocó conflictos dentro del oficialismo, que veía en riesgo su continuidad en el poder. De hecho, en 1940, cuando Ortiz anuló las elecciones fraudulentas de la provincia de Buenos Aires e intervino esa provincia, perdió el apoyo de los sectores conservadores ( cuyo candidato, Alberto Barceló, había ganado la elección ).

El estallido de la Segunda Guerra Mundial y la declaración de neutralidad por parte del gobierno acentuaron los problemas. Fue así como se enfrentaron los neutralistas ( en contra de la intervención en el conflicto ), los aliadófilos ( a favor de Inglaterra y Francia ) y los germanófilos ( más cercanos al Eje ). Los conflictos crecieron cuando en julio de 1940, Roberto Ortiz, debido a una enfermedad que lo llevaría a la muerte en 1942, fue reemplazado por Ramón Castillo, quien apoyaba la práctica del fraude.

Con la entrada de los Estados Unidos en el conflicto mundial, aumentó la presión sobre el gobierno para que declarara la guerra al Eje. Sin embargo, Castillo mantuvo la neutralidad, logró cuidar las relaciones con Gran Bretaña y conservar el apoyo de los sectores nacionalistas del Ejército ( simpatizantes del Eje ). Estos últimos obtuvieron cada vez más poder con la llegada del militar Pedro Pablo Ramírez al ministerio de Guerra y lograron ascender a los mandos más altos. Además en esos años se crearon la Dirección de Fabricaciones Militares y el Instituto Geográfico Militar.

La Segunda Guerra Mundial produjo una nueva crisis en la economía argentina. Los mares se transformaron en campos de batalla y esto dificultó la exportación de productos. Frente a esta situación, Castillo nombró a Federico Pinedo ministro de Economía. El nuevo ministro envió al Congreso, en 1940, un proyecto ( conocido como el Plan Pinedo ) con las medidas necesarias para salir de la crisis, pero fue rechazado. El Plan intentaba cambiar la estructura de la economía argentina a través del desarrollo de la industria, utilizando intensamente las materias primas nacionales para crear una " segunda rueda ", complementaria a la agrícola, que seguiría siendo la " rueda maestra ", es decir, el plan apuntaba a diversificar las exportaciones. Para ello era necesario ramificar también los mercados externos. Así, Pinedo proponía una nueva inserción internacional del país a través de un mayor acercamiento a los Estados Unidos y a los países vecinos.

Frente a la ampliación del poder de los sectores nacionalistas del Ejército, Castillo intentó debilitarlos. Por un lado, confirmó la candidatura a presidente al conservador salteño Robustiano Patrón Costas ( ferviente aliadófilo ) e intentó desplazar a Ramírez del Ministerio de Guerra. Ambas iniciativas fracasaron y Castillo fue destituido el 4 de junio de 1943 por un golpe de Estado.

En marzo de 1943 se había constituido el Grupo de Oficiales Unidos ( GOU ), que cumplió un papel importante en el golpe. El grupo estaba integrado por coroneles nacionalistas entre los que se destacaba Juan Domingo Perón. Entre sus objetivos figuraban: prevenir la insurgencia comunista, ignorar la presión de los Estados Unidos para abandonar la neutralidad, evitar nuevas elecciones fraudulentas y atender el bienestar de la Nación.

El general Arturo Rawson - que había encabezado el golpe - asumió como presidente provisional, pero la falta de apoyo de sus compañeros hizo que renunciara dos días después. Lo reemplazó el general Ramírez, el general Edelmiro Julián Farrell ocupó el cargo de ministro de Guerra y el coronel Perón quedó como secretario en ese ministerio. Ramírez permaneció en el cargo hasta febrero de 1944 cuando fue reemplazado por Farrell. Durante su gobierno se reprimió a los opositores, se cerró el Congreso y se disolvieron los partidos políticos, se intervinieron varias provincias, las universidades y los sindicatos. A su vez, aumentaron los gastos militares y se estableció la enseñanza religiosa en las escuelas.

A fines de 1943 Perón fue nombrado Director del Departamento Nacional de Trabajo ( convertido luego en Secretaría de Trabajo y Previsión ). Desde la Secretaría, Perón ubicó la cuestión social en el centro de las preocupaciones del Estado. Así se impulsó una doble acción hacia los gremios. Aquellas asociaciones que respondían a las tendencias comunista y socialista fueron intervenidas y sus dirigentes perseguidos y encarcelados. Con respecto a los gremios de tendencia sindicalista, Perón propuso el diálogo y el acercamiento.

Esta política fue acompañada por una medida central: la sanción de la Ley de Asociaciones Profesionales, que permitió la creación de un único sindicato por rama de actividad industrial o de servicios ( por ejemplo el sindicato de los gráficos ). Esto terminó por debilitar a los sindicatos opositores al gobierno, dado que el permiso para crear gremios era otorgado por el Estado. La nueva ley permitió que se crearan sindicatos en las distintas ramas de actividades, por lo que el número de trabajadores afiliados aumentó considerablemente.

A su vez, y con el objetivo de dignificar el trabajo, Perón impulsó numerosas medidas sociales como la indemnización por despido y por accidente laboral, el aguinaldo y las vacaciones pagas. Asimismo, se sancionó el Estatuto del Peón Rural, se aumerntaron los salarios mínimos y se congelaron los alquileres. Con estas medidas logró el apoyo de la clase obrera y de importantes dirigentes sindicales.

A través de un discurso en la Bolsa de Comercio, en agosto de 1944, en el que evocaba el fantasma del comunismo y la agitación social, Perón persuadió, también, a los empresarios.

A raíz de estas medidas, Perón fue acumulando poder. El GOU fue disuelto por conflictos internos en febrero de 1944 y la lucha por el liderazgo creció. Al ser nombrado vicepresidente de la Nación, en julio de 1945 ( reteniendo el Ministerio de Guerra y el puesto de Secretario de Trabajo y Previsión ), se transformó en el hombre fuerte del gobierno.

En 1945, el previsible final del conflicto mundial aumentó las presiones de los sectores aliadófilos hacia el gobierno, para cambiar la neutralidad. El 27 de marzo de 1945 Argentina declaró la guerra al Eje; de esta manera, pudo firmar el Acta de Chapultepec ( acuerdo de solidaridad panamericano ) e integró el grupo de las naciones fundadoras de la ONU.

Pero las críticas al gobierno, al que tildaban de fascista, continuaron; se le reclamaba la entrega del poder a la Corte Suprema y la realización de elecciones. Para ello, los partidos opositores convocaron a la Marcha de la Constitución y la Libertad, de la que participaron sectores de las clases medias, estudiantes universitarios, sindicatos opositores, la Sociedad Rural y la Bolsa de Comercio. En respuesta a la marcha, el gobierno declaró el Estado de Sitio y arrestó a numerosos opositores.

Al mismo tiempo, y a través de solicitadas y manifiestos, los empresarios rechazaban la política social de Perón. Además, dentro de las Fuerzas Armadas el aumento del poder del coronel Perón comenzó a generar malestar y se comenzó a planear la necesidad de su alejamiento.

Perón defendió las reformas sociales tratando de afianzar su alianza con los sindicatos. La tensión existente llevó a que el gobierno lo obligara a renunciar de todos sus cargos y decidiera arrestarlo el 9 de octubre, creyendo que con esto se resolvería la tensa situación. Pero, ante el miedo de perder las conquistas sociales obtenidas, la CGT convocó a una huelga general para el día 18. Sin embargo, el día 17, un inesperado y espontáneo movimiento popular ocupó la Plaza de Mayo y exigió la liberación de Perón. La multitud provenía de los diferentes barrios obreros del Gran Buenos Aires; también hubo movilizaciones en La Plata y en Rosario.

El gobierno no reprimió y cedió al pedido del pueblo. Perón fue liberado y desde el balcón de la Casa Rosada brindó un discurso a la multitud que lo aclamaba. Así, comenzó un vínculo especial, el encuentro de un líder con una multitud movilizada, en un sitio emblemático para la historia del país: la Plaza de Mayo.

Luego del 17 de octubre, el gobierno anunció el llamado a elecciones para el 24 de febrero de 1946. El Partido Laborista - formado por sindicalistas como Luis Gay ( telefónico ) y Cipriano Reyes ( de la carne ) -, radicales disidentes de la llamada Unión Cívica Radical - Junta Renovadora y sectores conservadores y nacionalistas apoyaron la fórmula Juan Domingo Perón - Hortensio Quijano ( radical ).

La mayoría de los partidos de la oposición se agruparon en la Unión Democrática que presentó a José Tamborini y Enrique Mosca como candidatos. A través del lema " por la libertad, contra el fascismo ", este partido propuso elecciones como la lucha entre la democracia y el fascismo. El embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden, hizó pública su adhesión a la fórmula Tamborini - Mosca y dio a conocer un informe que denunciaba las relaciones del gobierno militar con la Alemania nazi.

Perón rechazó las acusaciones y en el discurso de cierre de campaña afirmó que la contraposición era entre la justicia social y la injusticia social y se pronunció en defensa de la soberanía nacional acuñando la consigna " Braden o Perón ". Esta consigna apareció en los millares de carteles de propaganda que, durante la campaña electoral, se pegaron en las principales ciudades de todo el país.

El 24 de febrero de 1946, la fórmula Perón - Quijano obtuvo 1.479.511 votos, contra 1.210.822 de la Unión Democrática. Así el coronel se había transformado en un indiscutido líder político de masas. Pero su triunfo generó otra consecuencia: la división de la sociedad entre peronistas y antiperonistas.

Perón asumió la presidencia el 4 de junio de 1946. Durante los primeros meses de gobierno su acción se centró en dos objetivos: profundizar las reformas sociales iniciadas desde la Secretaría de Trabajo y Previsión y disolver la inestable coalición con la que había ganado las elecciones para fundar su poder sobre bases más sólidas.

Así en 1947 disolvió el Partido Laborista y la UCR - JR y organizó el Partido único de la Revolución Nacional, luego convertido en el Partido Peronista. En 1949, para una mejor organización y para evitar conflictos internos entre los distintos sectores, el Partido Peronista se dividió en tres ramas: Política, Femenina ( dirigida por su esposa, María Eva Duarte de Perón, conocida como " Evita " ) y Sindical; más tarde se incorporaría una cuarta rama, la de la Juventud, todas con el liderazgo de Perón.

Durante los primeros años de gobierno se sentaron las bases de la doctrina Peronista considerada como nacional por la identificación del movimiento peronista con toda la Nación. Los principios de la Doctrina Peronista fueron la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política.

Entre 1947 y 1949 con el objetivo de ampliar y consolidar el apoyo popular, se llevaron adelante reformas sociales que completaron las mejoras en las condiciones de trabajo; además, se mejoró la asistencia a los jubilados y se crearon numerosos centros asistenciales, culturales y de recreación.

Luego de que se presentaran diferentes proyectos ( desde comienzos de siglo XX ), fue sancionada, en septiembre de 1947, la ley que estableció el voto femenino, la 13.010.

Pero la relación con las fuerzas opositoras no fue fácil. Desde el comienzo, los partidos derrotados identificaron al nuevo gobierno con el nazifascismo. Al mismo tiempo, como el peronismo comenzó - a su vez - a identificarse con la Nación, consideraba como legítima y antinacionalista a cualquier tipo de oposición. Así, la Corte Suprema fue renovada completamente. En las universidades, los profesores contrarios al gobierno fueron alejados de sus cargos. La provincia de Corrientes ( que se encontraba en manos opositoras ) fue intervenida. También fueron víctimas de censura los medios de comunicación. Los diarios Clarín y La Nación sufrieron la reducción de la cantidad de papel asignada y el diario La Prensa fue expropiado en 1951 y pasó a manos de la CGT; a su vez el gobierno se apoderó de la mayoría de los medios radiofónicos.

En la Cámara de Diputados la oposición estuvo representada, sobre todo, por el denominado " Bloque de los 44 " ( diputados radicales ) integrado por Ricardo Balbín y Arturo Frondizi, entre otros. Pero los debates en la Cámara fueron entorpecidos por los diputados peronistas, y los políticos opositores, perseguidos y - en algunos casos - encarcelados.

Mientras el peronismo avanzaba sobre los sectores contrarios al gobierno, afianzaba su vínculo con la Iglesia y las Fuerzas Armadas, en especial, con el Ejército. El apoyo de este último se logró manteniendo su perfil profesional y apolítico y, sobre todo, otorgando algunos privilegios y mejoras: hubo una mayor inversión en defensa y aumentos salariales.

Con respecto a la Iglesia, el peronismo mantuvo una estrecha relación en esos años. En ese sentido, no solo el decreto de 1943, que establecía la enseñanza religiosa en las escuelas, fue convertido en ley, sino que algunos sacerdotes ocuparon bancas en el Parlamento y altas figuras eclesiásticas participaron de los actos públicos realizados por el gobierno.

En cuanto a la política exterior, Perón estableció lo que se llamó la Tercera Posición sosteniendo que " Para nosotros, los justicialistas, el mundo se divide hoy en capitalistas y comunistas en pugna. Nosotros no somos ni lo uno, ni lo otro. Pretendemos ideológicamente estar fuera de ese conflicto de intereses mundiales ". Así, la Tercera Posición no fue entendida como una posición intermedia sino como la superación de los antagonismos . Según Perón, esto permitiría la realización de los sueños de justicia, libertad y dignidad y, sobre todo, consolidaría los principios de independencia económica y soberanía política establecidos en la doctrina del movimiento.

La reforma de la Constitución de 1853 finalizó el ciclo de la política reformista del gobierno. El proceso de reforma se abrió en enero de 1949 cuando se reunió la Asamblea Constituyente.

El objetivo declarado por los legisladores para realizar la reforma fue la necesidad de adaptar la Carta Magna a los nuevos tiempos e introducir en ella los cambios realizados por la " revolución peronista ": los nuevos derechos sociales y las nuevas funciones del Estado. Sin embargo, el principal objetivo de la reforma era habilitar la reelección presidencial, vedada por la Constitución de 1853.

Las reformas realizadas fueron profundas. Ya desde el preámbulo se advertía la impronta de los nuevos tiempos. Allí se afirmaba: " la irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana ".

Sin dudas, la cuestión que causó mayores problemas fue la de la reelección presidencial; de hecho, los constituyentes radicales se retiraron del debate cuando se trató este punto. Finalmente la reelección del presidente y del vicepresidente quedó sancionada en el artículo 78. A su vez con el artículo 82 se suprimió el Colegio Electoral y se estableció la elección directa de ambos cargos.

A través del artículo 37 fueron introducidos los derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad, y de la educación y la cultura. Entre estos nuevos derechos se encontraban el derecho a trabajar, a una retribución justa, a condiciones dignas de trabajo, a la preservación de la salud, al bienestar, a la seguridad social. Respecto de los ancianos fueron incorporados como derechos constitucionales el derecho a la vivienda, a la alimentación, al vestido, al respeto y a la tranquilidad, entre otros.

A su vez, en los artículos 38, 39 y 40 quedó establecida la función social de la propiedad, del capital y de la actividad económica con estas palabras: " La propiedad privada tiene función social y, en consecuencia, estará sometida a las obligaciones que establezca la ley con fines de bien común. El capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objetivo el bienestar social. La organización de la riqueza y su explotación tiene por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social. El Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia de los intereses generales ... ".

Evita Duarte conoció a Perón en 1944, en un acto de beneficencia organizado por la Secretaría de Trabajo y Previsión, a causa del terremoto que había ocurrido en la provincia de San Juan. El vínculo afectivo que estableció con Perón encontró grandes resistencias; ella era una actriz de radioteatros, y no estaba bien visto, en esa época, que un militar se enamorase de una artista. Pero esto no impidió que Evita exaltara la gestión de Perón en la Secretaría de Trabajo y Previsión desde su programa de radio Hacia un futuro mejor, ni que lograra casarse con el coronel Perón luego del 17 de octubre de 1945.

Durante el primer gobierno, y hasta su muerte, Evita cumplió tanto una función política como social.

Evita fue el nexo entre Perón y los sectores humildes, los sindicatos y las mujeres; comenzó a ser llamada la " abanderada de los trabajadores y de los humildes " y sostenía que su misión era la de " transmitir al coronel las inquietudes que tenía el pueblo argentino ".

Sus mayores esfuerzos estuvieron dirigidos a la ayuda social. Así fue como se ocupó de la asistencia en barrios humildes, fundó comedores escolares, realizó donaciones de instrumental médico a hospitales, organizó la entrega de artículos de primera necesidad ( alimentos, remedios, ropa, calzado ) y también de juguetes. Los fondos para esas tareas provenían del Ministerio de Hacienda, de Loterías y Casinos, y además, de donaciones - en algunos casos forzosas -, principalmente de los sindicatos, aunque también de empresas privadas y de particulares. Por todo esto Evita fue y es venerada, y su figura adquirió las características de un mito.

Un factor importante en la popularidad de Evita fue su facilidad y carisma para contactarse con los trabajadores a los que llamaba " mis descamisados ".

Para organizar mejor la ayuda social se creó en junio de 1948 la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón, que construyó hogares para ancianos, huérfanos y madres solteras. Además construyó viviendas para obreros como, por ejemplo, Ciudad Evita.

Evita se ocupó también de la educación, del esparcimiento y de la salud de los niños y los jóvenes. Para ello, se construyeron escuelas y jardines de infantes. La Fundación Eva Perón puso en marcha un plan de turismo infantil y organizó colonias de vacaciones. La promoción del deporte se realizó a través de la organización de torneos infantiles y juveniles de fútbol y otros deportes.

La Fundación Eva Perón construyó policlínicos en todo el país, y las poblaciones más alejadas, y por ende más desprotegidas, fueron asistidas por el Tren Sanitario Eva Perón. En septiembre de 1950 se inauguró la Escuela de Enfermeras, cuyas egresadas prestaban servicio en todo el país y, en algunos casos, en el exterior.

La creación del Partido Peronista Femenino en julio de 1949 consolidó la participación de Eva Perón en la vida pública. Ella fue la presidenta del Partido Peronista Femenino y, como tal, formó parte del Consejo Superior del Movimiento Peronista. Desde el partido realzó el lugar de la mujer como madre, cuyos valores debían ser el trabajo, la humildad y la abnegación. A medida que Evita crecía en popularidad y poder, crecían también las críticas desde la oposición y también entre algunos sectores peronistas.

Durante la campaña electoral de 1951, la CGT la propuso como candidata a vicepresidenta. El 22 de agosto, en un acto en la Avda. 9 de Julio de la ciudad de Buenos Aires y ante millones de personas ( el llamado Cabildo Abierto del Justicialismo ), Evita pidió tiempo frente a la inmensa multitud que adhería a su candidatura y le exigía una rápida decisión.

El 31 de agosto por la cadena nacional de radiodifusión, Evita anunció " su decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo quisieron honrarla ". Dos factores explicarían el conocido " renunciamiento histórico ": la presión de las Fuerzas Armadas que se oponían a la candidatura de Eva Perón y la grave enfermedad de Evita que terminaría con su vida el 26 de julio de 1952.

Las elecciones de 1951, en las que Perón logró la reelección con una amplia mayoría ( 63,9 % ), presentaron algunas novedades. En primer lugar, se había ampliado el padrón gracias a la incorporación de las mujeres y, además, porque los que eran territorios nacionales habían sido convertidos en provincias, por lo que sus habitantes se encontraban habilitados para votar ( Chaco, Formosa, Neuquén, Misiones, Río Negro, Chubut, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del Fuego ). En segundo lugar, la oposición se encontraba fragmentada y con pocas posibilidades de hacer públicas sus propuestas al no poder acceder a los medios de comunicación. Aunque la fórmula opositora de la UCR ( Balbín - Frondizi ) obtuvo el 31,8 %, el peronismo se impuso en todas las provincias.

A pesar de semejante victoria, la situación que Perón debía enfrentar no era simple. En términos políticos, existía cierto malestar dentro de las Fuerzas Armadas y de los partidos opositores a raíz de la concentración de poder en manos del presidente de la Nación; ademas, la muerte de Evita había afectado profundamente al movimiento peronista, quitándole gran parte de su carga carismática. Por último, la situación económica no era la ideal: el agotamiento de las reservas que se habían acumulado durante los años de guerra, impedía continuar con el gasto social.

El vacío dejado por la muerte de Evita llevó al gobierno a imponer con mayor fuerza la " peronización " de la sociedad y de las instituciones. De esta manera, la Doctrina Justicialista se impuso por ley como doctrina nacional; el luto por la muerte de la " Jefa Espiritual de la Nación " fue obligatorio, así como lo fue la afiliación de todos los empleados del Estado al Partido Peronista. Un elemento también utilizado para " peronizar " fue la constante convocatoria a manifestaciones en la Plaza de Mayo.

A pesar de carecer de una verdadera política cultural, el gobierno generó una oposición entre la cultura popular ( peronista ), promovida y pretegida por el Estado, y la cultura de elite ( asociada a la tradición liberal y a la oposición ). La promoción y, en algunos casos, la financiación de las actividades culturales y deportivas eran utilizadas políticamente para la " peronización ". De hecho, el gobierno se mostró muy atento a los elementos de la cultura de masas, como la radio, los diarios, el teatro y el cine. En estos últimos casos, el interés de gobierno no estuvo puesto en mejorar la calidad de lo producido, sino en ampliar el acceso a esas manifestaciones de los sectores populares.

La educación fue, sin dudas, el principal canal a través del cual avanzó la acción del gobierno. Impuso el libro de Evita, La razón de mi vida, como texto de lectura obligatorio y, además en las aulas se enseñaron " las veinte verdades del peronismo ". A su vez, se redactaron nuevos programas educativos. Así, se creía, se molderían las nuevas generaciones en la doctrina peronista.

Desde el comienzo del gobierno peronista, tres lineamientos definieron la orientación general de la política económica. En primer lugar, se apostó por una profundización del proceso de sustitución de importaciones ( ya iniciado en la década anterior ) y claramente dirigido hacia la ampliación del mercado interno. En segundo lugar, el Estado debía cumplir un papel cada día más activo ( acompañando así la ampliación de funciones que ya ejercía en el área social ). Por último, se quería alcanzar el pleno empleo industrial. Para lograr estos tres objetivos, Perón y su equipo económico decidieron optar por la política de la planificación económica. Por medio de planes quinquenales, el gobierno fijó metas, definió políticas y se valió de instrumentos precisos para lograrlo.

Pero los cambios en la coyuntura internacional ( producto de la crisis de posguerra y de la casi inmediata recuperación ) terminarían implementando modificaciones en la orientación económica del país.

Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, Argentina pudo acumular una gran cantidad de divisas por el alza de los precios internacionales de los productos agrarios, que el país exportaba. Ese dinero acumulado sirvió de base para delinear los objetivos del Primer Plan Quinquenal, que se puso en funcionamiento desde 1947. Aunque no se establecieron ni los costos ni las prioridades, en él se indicaron las pautas generales para el crecimiento de la industria y la mejora en la redistribución del ingreso a través del aumento de los salarios de los trabajadores.

Uno de los puntos centrales del Primer Plan Quinquenal fue la política de nacionalización de empresas. Los ferrocarriles ( que hasta 1947 se hallaban en manos británicas ) y los teléfonos ( de la ITT, perteneciente a los estadounidenses ) pasaron a la esfera estatal. Por su parte, las empresas alemanas que se expropiaron al declararle la guerra al Eje, se agruparon en la DINIE ( Dirección Nacional de Industrias del Estado ).

El Estado también creó empresas propias o de capitales mixtos ( es decir, público y privado ). Algunas de ellas fueron Gas del Estado, Agua y Energía, Flota Aérea Mercante Argentina y Yacimientos Carboníferos Fiscales. Un caso aparte fue el de SOMISA ( empresa siderúrgica ), que si bien se creó en el año 1946, el verdadero inicio de la producción recién se produjo luego de la caída de Perón. Esta ampliación de la esfera del Estado permitió acuñar un nuevo término para definirlo: el " Estado empresario ".

La protección arancelaria - con el desaliento a las inversiones extranjeras -, el acceso al crédito y el crecimiento del consumo interno ayudaron a que la actividad industrial se ampliara gracias a la protección estatal. En los primeros tres años, los indicadores de crecimiento fueron muy positivos. Pero también, los aspectos negativos comenzaron a acumularse: la inflación constante y la disminución de las reservas serían la primera señal de alarma.

En el esquema peronista, el campo tenía el rol de proveer las divisas necesarias para la importación de insumos y maquinarias que la industria local aún no producía. Si bien el sector no sufrió una crisis profunda durante el peronismo, se vio afectado por las políticas impulsadas. La sanción del Estatuto del Peón Rural ( en 1944 ) había extendido algunos beneficios sociales a los trabajadores rurales, por lo que los gastos de los propietarios aumentaron, pero también los terratenientes se vieron obligados a subir los salarios de los peones, para evitar que continuaran aumentando las migraciones a las ciudades ( por el polo de atracción que constituía el incremento de los salarios en las industrias ). A esto se agregaron las dificultades para importar maquinaria agrícola, o que produjo una reducción en el área sembrada de cereales ( trigo, maíz, lino ) y un avance de la producción ganadera en tierras antes dedicadas a la agricultura.

Desde 1949, los precios internacionales de las carnes y los cereales iniciaron su caída, y los mercados para colocar los productos se redujeron a causa de la recuperación económica de los países europeos ( consecuencia, a su vez, de las medidas favorables del Plan Marshall ). Al mismo tiempo, las reservas que durante años se habían acumulado en el país, desaparecieron, por la inversión en la nacionalización de empresas y servicios. Esto generaba un grave problema para el desarrollo industrial, dado que el país tenía que seguir importando maquinarias, insumos y repuestos. A comienzos de 1950 la situación se agravó a causa de dos sequías sucesivas que afectaron las cosechas.

Entonces, en 1952, el gobierno decidió impulsar el Segundo Plan Quinquenal ( que debía extenderse hasta 1957 ). Sus objetivos fueron reducir la inflación y estimular la producción agrícola.

Para enfrentar la inflación, el gobierno decidió " enfriar " el consumo: se eliminaron subsidios a bienes de consumo popular y se vedó parcialmente el consumo de carne. Además, Perón apeló directamente a la población para que redujera sus niveles de consumo. Por su parte el IAPI ( Instituto Argentino para la Promoción de Intercambio ) comenzó a estimular a los productores rurales a través de una política de precios favorables y priorizando la importación de maquinaria agrícola. Al mismo tiempo, el gobierno dio mayor importancia a las grandes empresas industriales.

El Instituto Argentino para la Promoción de Intercambio ( IAPI ) monopolizó, desde comienzos de 1946, la comercialización de los cereales y oleaginosas. Entre 1946 y 1949 compró las cosechas de los agricultores para venderlas internamente y en el exterior, obteniendo un margen muy amplio gracias a los favorables precios externos. Las ganancias del IAPI sirvieron para sostener el aumento del gasto público.

Modificando drásticamente la política mantenida hasta entonces, el gobierno decidió alentar las inversiones extranjeras en algunos sectores claves, como el energético. Esto le produjo no pocos enfrentamientos, tanto con la oposición como dentro de su partido. Así, el contrato con la petrolera estadounidense Standard Oil no llegó a concretarse debido a la oposición de la Cámara de Diputados.

Los logros de la nueva política fueron muy modestos: aunque se redujo la inflación y se restableció el equilibrio del sector externo, se produjeron pocos cambios en la agricultura y la industria.

Desde el inicio de la crisis, Perón y su equipo económico supieron claramente que, para poder llevar adelante cualquier tipo de política, era necesario lograr un acuerdo con los empresarios, pero también - y sobre todo - contener los reclamos de los trabajadores, por lo que se congelaron las negociaciones colectivas de trabajo por el lapso de dos años.

A fines de 1954 el gobierno convocó el Congreso Nacional de la Productividad que comenzó a sancionar en marzo del año siguiente. El objetivo era lograr un acuerdo entre ambos sectores de la economía ( capital y trabajo ) con el arbitrio del Estado, para mejorar la eficiencia de la industria nacional. En el debate, los empresarios señalaron que la baja productividad se debía a los altos costos salariales y sociales, producto de la política del Estado hacia los trabajadores. El golpe de Estado de septiembre de 1955 pondría fin a las deliberaciones.

Durante los años de gobierno la polarización de la sociedad entre peronistas y antiperonistas ( como entidades irreconciliables ) se acentuó. Cada grupo se identificó con la Nación y, por ende, percibió al otro como antinación.

Los canales de expresión de la oposición se redujeron cada vez más. Sin embargo, la UCR ( principal partido de oposición ) junto con el Partido Conservador, el Partido Socialista y el Partido Comunista comenzaron a definir dos líneas de acción contra el gobierno. Por un lado, se encontraban los más radicalizados ( un sector de la UCR y el socialismo ) que pretendían poner fin al gobierno por medio de un golpe de Estado ). Por otro, había un sector de la oposición encabezados por los radicales Balbín y Frondizi que pensaban poner fin al gobierno utilizando los reducidos canales legales que tenían a su disposición.

Luego de la muerte de Evita, el régimen peronista endureció su postura y la oposición comenzó a transitar caminos diferentes. En 1953, una bomba estalló durante una concentración peronista en la Plaza de Mayo. En represalia, los sectores oficialistas incendiaron las instalaciones del Jockey Club, de las sedes del Partido Socialista y de la Unión Cívica Radical. También fueron encarcelados algunos opositores, como Victoria Ocampo y Ricardo Balbín.

Durante el primer gobierno de Perón la relación del gobierno con las Fuerzas Armadas fue bastante buena. Sin embargo, existían sectores antiperonistas, sobre todo en la Marina, que, si bien eran minoritarios, intentaron hacer oir su voz. Pero desde el Ejército surgieron los primeros movimientos decididos a avanzar contra el gobierno. En septiembre de 1951 el general Benjamín Menéndez intentó un golpe contra el gobierno, pero fue rápidamente sofocado por los sectores militares leales al presidente.

Cuando Evita se perfiló como candidata a la vicepresidencia de la Nación fueron sobre todo las Fuerzas Armadas las que ejercieron una fuerte presión para que eso no llegase a buen fin. Dos años más tarde, cuando el gobierno estableció como materia obligatoria la Doctrina Peronista en el Colegio Militar y en la Escuela Superior de Guerra, la tensión aumentó.

Las relaciones entre Perón y las Fuerzas Armadas se deterioraron a partir de 1954, cuando comenzó el enfrentamiento entre el gobierno y la Iglesia.

El claro apoyo inicial de la Iglesia al gobierno fue disminuyendo gradualmente hasta finalizar en un conflicto abierto. El avance del Estado en el ámbito de la asistencia social a través de la Fundación Eva Perón generó algunos problemas, ya que la ayuda social había sido siempre el campo de acción tradicional de la Iglesia. Un nuevo conflicto se desarrolló cuando el clero vio en el proceso de " peronización " de la sociedad la construcción de una religiosidad paralela.

En 1954, la fundación de la Democracia Cristiana ( partido apoyado por la jerarquía eclesiástica ) inquietó al gobierno, que respondió quitando la enseñanza religiosa de los colegios, aprobando la ley de divorcio y legalizando la prostitución. La transformación - en junio de 1955 - de la procesión de Corpus Christi en una multitudinaria manifestación antigubernamental precipitó el enfrentamiento.

El descontento eclesiástico alentó la oposición militar. El 16 de junio de 1955, aviones de las Fuerzas Armadas ( sobre todo de la Marina ) bombardearon la Plaza de Mayo matando a cientos de civiles. Ese mismo día, manifestantes incendiaron las iglesias del centro de Buenos Aires. Así comenzó el principio del fin del gobierno.

Días después del bombardeo a la Plaza de Mayo, Perón quiso llegar a un acuerdo con la oposición, que cada vez era más numerosa. Intentó establecer un diálogo con los partidos políticos y abrió las radios para que sus líderes pudieran dirigirse a la oposición. Al no obtener respuestas favorables, Perón decidió reiniciar el enfrentamiento. El 31 de agosto en un multitudinario acto en la Plaza de Mayo, realizó un desacertado discurso verdaderamente incendiario, que incitaba de manera decidida a la violencia ( " A la violencia le hemos de contestar con una violencia mayor. Con nuestra tolerancia exagerada nos hemos ganado el derecho de reprimirlos violentamente ... Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden de las autoridades constituidas, o contra la ley o la Constitución, puede ser muerto por cualquier argentino ... La consigna para todo peronista, esté aislado o dentro de una organización, es contestar a una acción violenta con otra más violenta. Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos ... " ).

El 16 de septiembre de 1955 estalló en la provincia de Córdoba una nueva conspiración militar contra el gobierno, autodenominada " Revolución Libertadora ". El general retirado Eduardo Lonardi, líder del movimiento, contó con el apoyo del almirante Isaac Francisco Rojas ( Marina ) que bloqueó el puerto de Buenos Aires y amenazó bombardear la ciudad si Perón no renunciaba. El movimiento golpista fue ganando cada vez más el apoyo de amplios sectores de la oposición civil y de los partidos políticos, que colaboraron en la creación de puestos de radiodifusión para transmitir las novedades de la acción " libertadora ".

Sin el apoyo del Ejército, Perón se vio obligado, tres días más tarde, a presentar un " renunciamiento " que fue tomado como una renuncia. Rápidamente, pidió auxilio y refugio en la embajada de Paraguay, desde donde organizó su partida al exterior. Así daría comienzo al exilio, que durante casi dieciocho años lo mantendría fuera del país.

A pesar de la lejanía, Perón continuaría gravitando de manera decisiva en la vida política nacional.

EVITA

En la imagen, Eva Perón trabajando en su despacho, foto del año 1951.

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De Sir Winston Leonard Spencer Churchill ( 1874 - 1965 ), Primer ministro del Reino Unido, Foreign and Commonwealth Office, Gran Bretaña, al Presidente de Argentina Gral. Juan Domingo Perón con motivo del deceso de Eva Perón, 26 de julio de 1952:

Hago llegar a Ud. mis más profundas condolencias y las de un pueblo por la pérdida que Ud. y el pueblo argentino han sufrido con la prematura muerte de vuestra eminente y devota compañera.

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Textos cortesía de Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.

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